La mujer denunció la sustracción de las joyas el pasado mes de abril. No entendía cómo le habían podido robar sus joyas si las tenía bien ocultas en diferentes lugares de la casa y sin que los ladrones hubieran roto o forzado nada, por lo que sospechaba que sólo podían haber sustraído las joyas los albañiles que les habían hecho reformas en la vivienda unos meses antes; porque ninguna de sus hijas podía haberlo hecho.

La Guardia Civil, sin embargo, ha averiguado que la sustracción de las joyas no la realizaron los albañiles, sino una de sus hijas; y que fue ésta la que entre los meses de septiembre de 2015 y abril de 2016 estuvo visitando distintas joyerías y establecimientos de compraventa de oro de Granada y vendiendo las joyas de su madre, informa el Instituto Armado en una nota.

Los agentes han descubierto contratos de compraventa a nombre de la hija por valor de más de 6.000 euros.