Así lo han acordado el Ministerio y el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) y lo ha avanzado su presidente, José Manuel Claver, quien ha afirmado este lunes que "nosotros exigiremos que se cumpla ese compromiso de los 30 céntimos, mande quien mande en el Gobierno de España".

Tras reunirse con el presidente de la Comunidad, Pedro Antonio Sámchez, en el Palacio de San Esteban, junto con la consejera de Agricultura, Agua y Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá, ha pedido el "apoyo incondicional" del Gobierno regional en el acuerdo alcanzado con el Ministerio para que "nos suministren eses agua que tanto necesitamos y el precio del agua desalada sean esos 30 céntimos", cuando su coste es de 60 céntimos el metro cúbico.

De ese modo, ha asegurado en la rueda de prensa posterior, "podemos medio salvar el verano" porque "dispondríamos de ese volumen de agua que tanto necesitamos", que vendría, ha especificado, "de la desaladora de Torrevieja, pero que nos adelantarían previamente de la cuenca y nosotros la compensaríamos en un plazo máximo de unos cinco o seis meses". Esto es comprar agua a la mitad", ha declarado.

Tras indicar que no está de acuerdo con el nuevo informe del Abogado del Estado, "pero me toca aceptar", así como que le gustaría que viniera agua del Tajo barata "pero me tengo que amoldar a lo que tengo, no hay otra alternativa porque agua no hay", ha señalado que espera que "en cuestión de días podamos disponer de ese agua".

"No hay otra alternativa, es eso o nada", ha enfatizado Claver a preguntas de los medios, al tiempo que ha resaltado, "si voy por un desierto y me piden 6.000 euros por un botellín de agua, lo pago, de lo contrario, me muero". Es como las lentejas, ha puesto como ejemplo, "o las tomas o las dejas".

Desgraciadamente, ha subrayado el presidente del Sindicato Central de Regantes, esta es la "triste" situación que nos encontramos en el Sureste español, "nos encontramos luchando, salvándonos en el último momento por la campana, ahora aguantaremos pero qué pasará después, no lo se".

Entre esto y el agua que venga de julio, agosto y septiembre, serían casi 34 hm3 para regadío, después dispondríamos de otros 10 hm3 de cesiones de Estremera y La Poveda, pendientes de que se terminen de tramitar en Madrid, de 4 hm3 de cesiones de la cuenca del Segura y dos más de los pozos de Calasparra. En total, "hasta final del año podríamos disponer de unos 73 hectómetros cúbicos".

Finalmente, sobre la situación del Mar Menor y el sellado de vertidos, José Manuel Claver ha aprovechado para manifestar "la defensa a ultranza del Mar Menor, una joya que hay que preservar" pero "es un tema muy complejo al que no se ha puesto solución y ha estallado en un momento difícil, cuando no hay agua".

Al respecto, la portavoz del Gobierno regional, Noelia Arroyo, ha señalado que entienden la "preocupación" de los regantes. "Es un sector importante para la Región y tiene que seguir creando empleo", ha subrayado.

Consciente de que los regantes necesitan "estabilidad y seguridad", ha dejado claro que en esa línea trabaja el Gobierno. El objetivo, ha reconocido, es "complicado", por cuanto que por un lado se trata de "hacer compatible el desarrollo económico de la agricultura y, por otro, seguir actuando en materia de protección ambiental; que la agricultura siga siendo competitiva creando empleo pero sin perjudicar al medio ambiente".

Y es que, ha aseverado, "tenemos que buscar soluciones definitivas y no parches, por lo que trabajamos de manera coordinada con todas las administraciones públicas".

Desde el Gobierno, ha defendido, "buscamos alternativas y vamos a seguir trabajando en aquellas cuestiones que le permitan dar estabilidad al sector".