Estados Unidos condenó el ataque perpetrado en Beirut, en el que murieron al menos nueve personas, entre ellas el diputado Antoine Ghanem, e indicó que parece seguir un patrón en relación a otros atentados.

El atentado, que causó también más de 20 heridos, se produjo al estallar un artefacto explosivo al paso del vehículo en el que se trasladaba Ghanem, diputado de las Falanges (partido cristiano).

"Condeno enérgicamente el horrible asesinato del diputado Antoine Ghanem. Extiendo mis condolencias personales a su familia y a los familiares de los inocentes asesinados junto a él en Beirut", dijo en una declaración el presidente George W. Bush.

Agregó que desde octubre de 2004 "ha ocurrido un trágico patrón de asesinatos e intentos de asesinatos políticos concebidos para silenciar a aquellos libaneses que valientemente defienden su visión de un Líbano democrático e independiente".

La existencia de un patrón había sido señalada previamente por la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, quien indicó que en los últimos años ha habido una serie de asesinatos de gente "que públicamente ha buscado acabar con la injerencia de Siria en los asuntos internos del Líbano".

Condoleezza Rice

Por su parte, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, dijo que el atentado constituyó "un nuevo acto en la campaña de terror que libran aquellos que quieren hacer retroceder el reloj de los avances democráticos duramente logrados por el Líbano".

En su declaración difundida por el Departamento de Estado, Rice -quien realiza una gira por el Oriente Medio- agregó que "los enemigos de la paz y la libertad quieren ganar mediante la violencia, la amenaza y la intimidación lo que no pueden conseguir en elecciones libres y justas".