La Audiencia Nacional ha reanudado este miércoles la vista de nueve presuntos miembros de la Brigada Al Andalus, radicada en Madrid, que supuestamente recaudaba dinero en la mezquita de la M-30 para financiar sus actividades de adoctrinamiento y envío de muyahidines a Siria e Irak.

El fiscal pide ocho años de cárcel por integración en organización terrorista para ellos, aunque para el considerado "líder carismático" de la célula, el marroquí Lahcen Ikassrien, que estuvo preso en la base estadounidense de Guantánamo, solicita once años y medio, al considerarle dirigente y acusarle también de falsificación de documento oficial.

Según la Fiscalía los acusados captaban a yihadistas en la mezquita de la M-30, les adoctrinaban en casas y en una tetería de Torrejón de Ardoz (Madrid) y les enseñaban con prácticas a ser muyahidines en zonas de campo de los alrededores del madrileño pantano de El Atazar y en una finca de la provincia de Ávila.

En uno de los vídeos reproducidos en la vista que ha sido traducido hoy del árabe al español por un traductor se oye a una persona cómo va enumerando a los que está grabando como "muyahidin dos" y "muyahidin tres" y añade "Sed hombres".

En un momento de las conversaciones uno de los implicados comenta: "Vaya hombres. ¿Esos van a luchar?", y otro señala: "Primero les pediremos que vayan hacia el islam o si no que paguen un tributo" y al final del vídeo se oye suelta la palabra "salafista", según ha comentado el traductor.

En otro vídeo intervenido a los acusados están grabando a un joven al que le dicen: "Te vamos a grabar y lo vamos a colgar en Facebook. Van a saber quién eres, no hace falta que te tapes la cara", y otro añade: "Pobrecito, le están haciendo novatadas".

Durante la sesión han testificado dieciséis policías nacionales que participaron en las pesquisas, uno de los cuales ha dicho que la operación se aceleró a raíz de que se comprobara que uno de los investigados estaba visitando páginas web para consultar precios de viajes a zonas próximas a la frontera de Siria como Turquía y otras de venta de material militar. Este policía ha relatado que en el registro en la casa del acusado Nabil B. comprobaron que realizaba consultas en internet de diversas organizaciones yihadistas a modo de "autoformación".

Además había consultado precios de material militar como botas de campaña, chalecos y pantalones de camuflaje, todo ello inspirado en lo que veía en vídeos de contenido yihadista en los que aparecen los coches con las metralletas que suelen llevar en la zona de conflicto, así como sobre el manejo de armas. Asimismo accedía a foros en los que se hablaba en árabe y se abordaban temáticas relacionadas con el Estado Islámico y Al Qaeda.