"Los derechos democráticos no hay que descartarlos", ha asegurado el cabeza de lista por A Coruña, Antón Gómez-Reino, quien ha argumentado que la decisión de crear grupos es "absolutamente discrecional". "Vamos a poner encima de la mesa esta reivindicación", ha afirmado.
La consecución de grupo parlamentario propio había sido uno de los caballos de batalla y reivindicación en las elecciones del 20 de diciembre, ya que así figuraba en el acuerdo político.
Pero tras la constitución de las Cortes y la perspectiva de la negativa de la Mesa de la Cámara, En Marea renunció a solicitarlo (frente a lo que sí hizo la confluencia valenciana) y constituyó, junto a Podemos y En Comú Podem un grupo confederal en el Congreso, en el que fue portavoz parlamentaria Alexandra Fernández.
Sin embargo, voces dentro de la coalición, como la de la propia número dos por A Coruña, Yolanda Díaz, insistió en que la clave estaba en cambiar la correlación de fuerzas en el Congreso y no en acudir a las urnas con otra figura jurídica, como la del partido instrumental.
LA RECLAMACIÓN NO ESTUVO PRESENTE EN CAMPAÑA
Las diferencias internas sobre la fórmula de concurrencia se tradujeron en que en esta campaña para el 26 de junio la reclamación de grupo parlamentario no estuvo entre los principales los mensajes de los candidatos y, en la noche electoral, ni siquiera se mencionó en las primeras valoraciones.
Con todo, a preguntas de los medios, Gómez-Reino ha recuperado la reivindicación que en diciembre se había dado por hecha en la propia noche electoral, cuando se habían conseguido seis diputados, con representación por las cuatro circunscripciones gallegas.
El acuerdo político sigue recogiendo, de hecho, esta misma reclamación, ya que ha reproducido para estas elecciones, al igual que estipula que la primera portavocía parlamentaria recaerá en los socios de Anova.
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