Las autoridades marroquíes han vuelto a prohibir dos actividades patrocinadas por el islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD), que encabeza la actual coalición gubernamental, según ha informado el sitio web del partido.

La primera actividad fue un festival coránico que iba a ser organizado el pasado viernes en la plaza Agora de Meknés (centro), ciudad que tiene como alcalde a un dirigente del PJD, Abdalah Buano, pero fue prohibido por las autoridades locales.

Los organizadores del evento rechazaron la alternativa que les ofrecieron las autoridades de trasladar este festival a una sala cerrada, una opción que el partido ha aceptado en ocasiones anteriores.

Por otra parte, el portal del PJD informó de otra prohibición, en esta ocasión de una conferencia del parlamentario islamista Idrisi Abu Zeid en la Casa de la Juventud en una localidad en Al Yadida.

La misma fuente, que citó declaraciones del secretario local del PJD Abdelah Zaki, explicó que el caíd (autoridad local) de la zona cerró con llave la puerta del edificio para impedir la actividad en medio de protestas de los asistentes.

Es la primera vez que los servicios del Ministerio de Interior impiden una actividad del partido islamista o de su juventud en una sala cerrada, ya que las prohibiciones han estado siempre relacionadas con mítines en espacios abiertos u obras caritativas callejeras.

Con estos dos últimos casos, son cerca de diez las actividades del PJD prohibidas en solo tres mes meses por las autoridades del ministerio del Interior, un departamento encabezado por un tecnócrata y que tradicionalmente en Marruecos se considera uno de los "dominios reservados" del rey, es decir, que no responde ante el presidente de su gobierno. La reacción del partido a estas prohibiciones fue a través de un comunicado de sus Juventudes que las denunció y consideró "peligrosas".

También el presidente del Gobierno y jefe del partido PJD, Abdelilah Benkirán, calificó en una reciente entrevista con el semanario Telquel estas prohibiciones de "maniobras que no vencerán su popularidad".

Los observadores atribuyen estas prohibiciones a una preocupación por el aumento de la popularidad del partido islamista antes de las próximas legislativas del 7 de octubre.