A Antonia Fernández le han arreglado el día. Cuatro chavales fueron ayer a su casa para darle una manita de pintura a su piso de 30 m2, la excusa perfecta para hacer compañía a esta sevillana de 70 años, que como muchos otros mayores, vive sola.

«Están trabajando muy bien. Primero han empezado rascando la pared para arreglar los desconchados y luego pintarán», dice la protagonista de esta historia, enferma de diabetes quien sufrió hace días una caída. Es viuda, tiene una pensión de 300 euros y vive en las casitas bajas de Santa Teresa. No es la única afortunada a la que estos días visitará la ONG Proyectos Cooperación Internacional.

120 jóvenes voluntarios, de entre 16 y 30 años, participan en la XI Operación de Rehabilitación de Viviendas de familias con escasos recursos. En total, y hasta el próximo 28 de septiembre, realizarán trabajos de adecentamiento, pintura y limpieza en 16 pisos ubicados en Los Pajaritos, Su Eminencia, las Tres Mil (Polígono Sur), Triana y Santa Teresa.

Todos trabajan bajo la supervisión de un pintor profesional. «La idea es fantástica. Aprovechas el tiempo, haces feliz a gente como Antonia y aprendes a pintar, algo que te puede servir por si luego no eliges bien la carrera», dice Guillermo Wesoloski, voluntario de 19 años y estudiante de Administración y Dirección de Empresas.

«Tenemos pintura y mono para 300 voluntarios. El año pasado contamos con 110 estudiantes», explica Rafael Mosteyrín, director de la ONG, quien anima a los interesados que deseen participar en esta aventura a escribir a sevilla@ciong.org

Mosteyrín destaca que con esta iniciativa solidaria, financiada por la Obra Social de Cajasol y la Consejería de Igualdad y Bienestar Social, lo que se pretende es mejorar la calidad de vida de esas familias y sensibilizar a la juventud sevillana. El listado de las viviendas es facilitado por los servicios sociales.