La consejera de Recursos Humanos, María Isabel Santana, explicó que los contratados pertenecen a nueve categorías distintas y son ocho capataces, cinco conductores de vehículos especiales, tres ingenieros técnicos forestales para la unidad helitransportada, un ingeniero de telecomunicaciones, un oficial de comunicaciones, 14 operarios Bravo, 30 operarios de vigilancia, 11 conductores y 19 operadores de motosierra.

En este sentido, el Cabildo expuso en un comunicado que estas personas trabajarán en labores de eliminación de residuos en terrenos públicos, como los bordes de las carreteras, pistas, senderos y los fondos de los barrancos, y de prevención, vigilancia y extinción de incendios forestales.

Por su parte, la Institución insular destinará alrededor de 900.000 euros a estas contrataciones que tendrán una duración de 4,5 a 6 meses según la categoría y el personal estará adscrito al servicio técnico de la Consejería de Medio Ambiente, en las diversas áreas comarcales y en las torres de vigilancia.

CURSOS DE RECICLAJE Y ESPECIALIZACIÓN

Además, parte de este personal ya ha trabajado en campañas contraincendios de veranos anteriores, para ellos y para los nuevos, el Cabildo ha organizado cursos de reciclaje y especialización.

En el primero se les recordará la física de los incendios, el denominado triángulo del fuego, en el que se tratan los combustibles (vegetación), la meteorología y la topografía.

Mientras, en la meteorología estudian la apertura de la 'ventana GIF', episodio que se produce cuando se dan las condiciones perfectas de viento, humedad y temperatura para propiciar un gran incendio forestal (GIF), denominación que reciben los fuegos que superan las 500 hectáreas.

Para cerrar el triángulo, en la topografía tratan las formas del terreno, barrancos, crestas, lomas o degolladas, ya que todo ello influye en el comportamiento del fuego.

Finalmente, los cursos especializados y de mandos versan sobre las transmisiones, uso de motosierras, bombas, gestión del fuego, estrategias de ataque y liderazgo, para lo que utilizan la mesa de arena, una maqueta con todos los elementos que intervienen que se utilizó por primera vez en Gran Canaria para formar mandos y luego se extendió a otros puntos del país.