Desde UGT consideran que "la devaluación salarial y la extensión de la precariedad laboral, así como la inercia involutiva que mantiene el gasto público en pensiones y prestaciones por desempleo, repercute negativamente en el consumo de los hogares y, por tanto, en la formación de precios y en la actividad económica".

Atendiendo, no obstante, a la inflación subyacente, "la variación de los precios sigue manteniéndose extremadamente moderada, lo que demuestra que, más allá del hundimiento del precio del petróleo, nuestra demanda interna sigue sin recuperarse como cabría esperar en un país que crece a un ritmo significativo".

UGT afirma que en ello "tiene mucho que ver la devaluación de los salarios y en general, de las condiciones de trabajo como consecuencia de las dos reformas laborales impuestas".

También la "inercia involutiva" del gasto público en prestaciones públicas como pensiones o subsidios por desempleo. "La persistencia de esta contención de las rentas del trabajo, directas o indirectas, repercute, como es lógico, en el consumo de los hogares y por tanto en la formación de precios y en la actividad económica", indica.

Es necesario, por ello, que los salarios (y no solo los márgenes empresariales) "sean partícipes de la recuperación y en ello vamos a seguir insistiendo desde UGT, tanto en el sector privado como en el sector público, donde tiene que producirse una total restitución de los derechos sociales y laborales perdidos y el desarrollo de los compromisos incumplidos para seguir mejorándolos".