Los accidentes provocados por la presencia de animales en las carreteras catalanas aumentan. En el periodo 2010-2014 fueron 8267, un 35% más que entre 2007 y 2011. De estos 8.267 accidentes, 4.960 fueron provocados por ungulados ( jabalíes y cérvidos), un 45% más que en 2007-2011.

Son datos de un estudio que ha presentado este lunes el director general de Infraestructuras y Movilidad Terrestre de la Generalitat, Xavier Flores, que ha atribuído el incremento de los accidentes que implican a animales sobre todo al aumento de la población de jabalíes. En 2014-2015 se cazaron unos 40.000, mientras que en 2008-2009 la cifra rondó los 25.000, y se estima que en estos momentos el censo poblacional se sitúa en unos 120.000 individuos.

El estudio también muestra que en 2010-2014 hubo 501 accidentes con víctimas por culpa de animales, un 3% más que en 2007-2011. De estos, 311 fueron por ungulados, un 14% más.

Las comarcas de Girona fueron las que registraron más siniestros provocados por animales entre 2010 y 2014 (24,9%), seguidas de las de Ponent (18,6%).

De los 3.314 accidentes con especie conocida, 3.097, el 93,5%, los causó fauna salvaje y de estos 3.097, el 94,7% los provocaron ungulados. El 86,8% de los ungulados fueron jabalíes.

Los costes de la accidental idas con animales para la sociedad entre 2010 y 2014 fueron de 13.397.094 euros y el coste medio por accidente, de 8.085 euros.

En los 6.084 kilómetros de vía de la Generalitat se han identificado 158 tramos de concentración de accidentes con ungulados, que concentran el 31%. De estos, 36 se han señalado como prioritarios a la hora de buscar soluciones. La carretera C-66 de Girona es uno de los puntos de más concentración.

Para hacer frente a la accidentalidad causada por animales, la Generalitat reforzará medidas como los cierres perimetrales, la señalización de advertencia o el mantenimiento de los márgenes de la carretera sin elementos que obstaculicen la visión de los animales.

También se está experimentando con dispositivos que emiten luz y ruido para alertar a la fauna y con placas electrificadas en accesos de vías con cierre perimetral. El coste de las medidas de seguridad en los puntos de concentración de accidentes por culpa de animales será de 2,2 millones de euros.