Según ha informado el Karpín, la hembra de Macaco de Gibraltar vivía en una pequeña jaula y su descubrimiento motivó la intervención de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Servicio Inspección SOIVRE (CITES) y de agentes adscritos a la Sección de Medio Ambiente y Urbanismo de Sección Central de Investigación Criminal y Policía Judicial de la Ertzaintza, que procedieron a su decomiso tras comprobar la insuficiente documentación presentada por su propietario, quien resultó imputado por un presunto delito de tráfico ilegal de especies amenazadas.
Trasladada al Centro de Acogida de Fauna Salvaje Karpín, en Karrantza, y pasado el periodo de cuarentena, los biólogos del Karpín han iniciado el proceso de socialización de la mona con otra ejemplar de su especie, acogida por tráfico ilegal.
En la primera fase de este proceso, Eva, que así se llama el primate, está ubicada junto a la instalación principal de la otra primate, siendo el contacto únicamente visual. Transcurridos unos días, se permitirá que puedan tocarse a través de la malla para, más adelante, dar el paso definitivo de integración en la misma instalación.
CONVENIO CITES
Desde el Karpin han explicado que el proceso "presenta dificultades, pues es probable que Eva fuera separada de su madre a los pocos días de nacer y, por lo tanto, no haya visto nunca un ejemplar de su especie, y desconozca los códigos de comunicación y comportamiento de los primates, animal que vive en grupos altamente jerarquizados".
Todos los primates están actualmente dentro del convenio CITES (Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre) al que están adheridos 180 países del mundo y que en España depende de la Secretaría de Estado de Comercio Exterior, ha indicado el centro.
Según ha precisado, el Convenio CITES establece una red mundial de controles del comercio internacional de especies silvestres amenazadas y de sus productos, exigiendo la utilización de permisos oficiales para autorizar su comercio.
El objetivo es asegurar que el comercio internacional de especímenes de animales y plantas de origen silvestre sea sostenible y no ponga en peligro su supervivencia, lo que supone esencialmente prohibir el comercio de las especies en peligro de extinción y regular el comercio de las especies amenazadas o en peligro de estarlo.
El Karpín es un centro de acogida de fauna salvaje, propiedad de la Mancomunidad de la comarca vizcaína de Las Encartaciones, que acoge animales procedentes del tráfico ilegal, mascotas exóticas abandonadas, caza ilegal, aves y mamíferos irrecuperables y otros procedentes del cierre de granjas de cría.
De esta forma, con más de 500 animales acogidos de 55 especies diferentes, el parque cumple una función de sensibilización y concienciación sobre cómo comportarnos ante el medio natural y comprometernos con la sostenibilidad.
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