Además, según ha explicado este jueves en una nota la concejala Sara Martínez, quiere conocer el número de equipos de medición con los que cuenta el Consistorio y el personal formado y capacitado para realizar actuaciones de inspección en esta materia. "Apostamos por un modelo de ciudad que atienda a las necesidades de la población y disminuir el ruido que se produce es una de ellas", ha subrayado.

En su opinión, se puede aplicar el dicho 'mucho ruido y pocas nueces' a la forma en la que los responsables municipales afrontan los problemas ocasionados por la contaminación acústica. En este sentido, ha dicho que son "numerosas" las quejas y reclamaciones que llegan anualmente al Ayuntamiento relacionadas con molestias producidas por el ruido, desde neveras industriales, aparatos de aire acondicionado, fiestas privadas y las derivadas directamente de los negocios hosteleros y del tráfico rodado, que "alteran y perturban cotidianamente la vida" de muchos jiennenses.

"El control sobre el ruido que se produce en Jaén debe ser prioritario en la labor municipal y para ello es necesario que el Ayuntamiento disponga de los medios y el personal suficientes que garanticen el cumplimiento de la normativa y los derechos de las partes afectadas", ha señalado la edil.

Ha agregado que en determinadas zonas de la ciudad especialmente afectadas por la contaminación acústica "es necesario el estudio de medidas como la declaración de zonas acústicas saturadas, que permitan la compatibilidad de la actividad comercial y hostelera con el cumplimiento de los límites acústicos, y sobre todo con el bienestar de las personas".

Junto a ello, ha apuntado que la prevención del ruido del tráfico rodado mediante el estudio de rutas alternativas que permitan la descongestión de vehículos y el control y sanción a comportamientos incívicos que superen los niveles de contaminación acústica permitidos serían otras actuaciones necesarias.

Martínez ha afirmado que el ruido está entre los tres principales problemas ambientales para la población andaluza, además de tener efectos sobre la salud reconocidos por la Organización Mundial de la Salud como discapacidad auditiva, perturbación del sueño, efectos cardiovasculares, alteraciones hormonales y del sistema inmune y otras consecuencias como disminución del rendimiento en el trabajo y la escuela o alteración del comportamiento.