El secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez Pomar, ha admitido este martes 7 de junio que las obras del ámbito de la Estación de la Sagrera de Barcelona han sufrido "incidencias de ralentización" por presuntas irregularidades del contratista, lo que ha comportado que las obras hayan estado prácticamente paralizadas durante dos años.

Así lo ha dicho tras la reunión, que ha empezado a las 16.00 y ha durado dos horas y media, del consejo de administración de Barcelona Sagrera Alta Velocidad, sociedad participada por la Generalitat, el Ministerio de Fomento, Adif y el Ayuntamiento de Barcelona.

Según Gómez Pomar, en 2014 se detectaron "diferencias entre volumen de obra ejecutada y certificada", y, tras realizar una auditoría interna y otra externa, se trasladó a la Fiscalía Anticorrupción para que lo investigara en 2015.

"Adif tenía que determinar el volumen de obra ejecutada, y no se podía seguir adelante porque se hubiera perjudicado este análisis", según el secretario de Estado, que ha asegurado desconocer en qué punto se encuentran las actuaciones judiciales.

Ahora, Adif deberá determinar los modificados de la obra que son necesarios para poder regularizar los trabajos: "Si se pueden hacer de acuerdo a la ley, se harán, y si no, habrá lugar a resolución de contratos".