La Policía de Lyon ha interrogado este miércoles por la mañana al cardenal Philippe Barbarin sobre dos investigaciones abiertas por omisión de denuncia en casos de pederastia que afectarían a sacerdótes de su diócesis.

El arzobismo francés llegó a pié a primera hora de la mañana a la comisaría central de Policía para ser interrogado por el silencio de la Iglesia ante los escándalos. El cardenal no está detenido y este interrogatorio pone fin a las investigaciones, antes de que la Fiscalía decida si archiva o no el caso.

El pasado mes de marzo la Justicia francesa registraba los locales de la diócesis de Lyon en el marco de una investigación abierta contra responsables de la misma, incluido su arzobispo, el cardenal Philippe Barbarin, por no haber denunciado agresiones sexuales.

La investigación es paralela a la imputación a finales de enero del sacerdote Bernard Preynat, de 70 años, por agresiones sexuales cometidas hace más de 25 años contra algunos jóvenes de la agrupación de los scouts.

La diócesis destacó entonces en un comunicado que había entregado a los investigadores "los elementos de los que la Justicia desea disponer para esclarecer esos acontecimientos dolorosos". "El cardenal ha expresado en numerosas ocasiones su voluntad de cooperar con toda transparencia con la Justicia: está a su disposición. Renueva la voluntad de que la Justicia pueda actuar con la serenidad indispensable para el esclarecimiento de la verdad y el alivio del sufrimiento de las víctimas", indica el comunicado.

El propio Barbarin intentó lo que los medios bautizaron como 'Operación Reconquista', en la que ha recibido a las familias de las víctimas de los curas incriminados y ha pedido su perdón, no sin precisar que en el momento de los hechos él no era obispo. Barbarin niega el conocimiento de los abusos sexuales a los menores, pero reconoció en abril que en esa diócesis se cometieron "errores" en materia de lucha contra la pederastia y en la designación de algunos sacerdotes.

En una reciente entrevista en el diario católico 'La Croix', el papa Francisco defendió la decisión de no apartar a Barbarin de su cargo al afirmar que "sería una imprudencia", porque hacerlo antes de que acabe el proceso "sería declararle culpable".