«Sólo se dan cuenta de que estamos cuando un amigo se marea»

Es coordinadora del equipo preventivo de Cruz Roja durante las ferias, y se encarga de dotar a las ambulancias que hay por la ciudad del material que necesitan.

¿Cuánta gente de Cruz Roja trabaja en ferias?

Entre 25 y 35 personas cada día.

¿Hay mucho curro?

Pues sí, el viernes atendimos  a 32 personas, sólo en la plaza Mayor.

Desfallecimientos...

Y esguinces, cortes, borracheras...

¿Bebe mucho la gente estos días?

Bastante.

¿Y lo de las vomitonas, cómo se lleva?

Estamos acostumbrados.

¿Qué se hace con ellos?

En la plaza Mayor y en las casetas hay un médico, que es quien decide. Cuando sólo van voluntarios, se les lleva a un hospital.

La gente se fija poco en vuestro trabajo...

Sólo se dan cuenta de que estamos cuando un amigo  o familiar se marea.

Vaya faena estar todas las fiestas liada...

Hombre, también tenemos días para disfrutarlas, aunque la cruz no te la quitas ni cuando sales tú por ahí de fiesta (se ríe).

Lo de trabajar gratis, ¿por qué es?

Porque te gusta.

¿Cómo empezaste?

Entré en juventud, probé y me gustó. De aquello hace más de 15 años, tenía 16.

¿Os ha tocado atender algo grave estos días?

Una parada cardiaca en las casetas. Es la primera vez que nos pasa.

Bio

Cristina Miranda es voluntaria desde los 16 años. También trabaja en Cruz Roja como telefonista de teleasistencia.

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