"Hooky" ya cumplió los 60 y lleva más de 4 décadas encima del escenario, pero aún se pone "nervioso al tocar las canciones de Joy Division", contaba hace un par de años. Y no es para menos.

Joy Division, banda de la que formó parte a mediados de los 70 y que daría origen a New Order, fue no solo una de las más influyentes de la música contemporánea, sino una de intensa y oscura historia.

Su vocalista, Ian Curtis, un carismático frontman pero atormentado joven que sufría de epilepsia, se ahorcó en casa de su esposa dejando un bebé y una amante que esa misma noche se había declarado dispuesta a subirse a un avión para estar con él.

Por eso cada vez que Peter Hook se sube al escenario en una de sus múltiples giras (su banda es realmente activa y vive en un tour aparentemente inacabable), se pone nostálgico.

Quizá por esa mezcla de sentimientos, el bajista de Joy Division que hace 9 años abandonó New Order, es quien mejor interpreta los temas de Ian Curtis. Con perdón de los fans de Bernard Summer. O quizá es porque Peter Hook era el nervio, el "mal ejemplo" que sabe sumergirse en las atmósferas sombrías que creaba Ian.

Y con cuatro horas de temas de Joy Division en vivo, en la ciudad natal de Ian Curtis, Peter Hook y su banda The Light (de la que su hijo es miembro) rindieron homenaje a Ian cuando se cumplieron 35 años de su muerte, en 2015.

Hoy Hook vuelve a recordar a su amigo 36 años después de un suicidio que a él le dejó desolado y a sus fans, los de entonces y los de hoy, los dejó "huérfanos" musicalmente.

Y es que décadas después muchos son sus "hijos": de Interpol a Editors pasando por Savages, que suenan claramente a Ian, a bandas que los han versionado, como The Cure o Radiohead, por nombrar solo a un par de ilustres.

“Es un buen cumplido cuando las bandas contemporáneas dicen que han sido influenciados por nosotros. Me siento orgulloso de lo que hemos logrado y orgulloso de que la música que fue escrita hace mucho tiempo todavía puede seguir inspirando a la gente hoy en día”, dijo Hook.