Según los hechos declarados probados por el juzgado, y confirmados ahora por la Audiencia en una sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el hombre realizó seguimientos y vigilancias a la mujer en febrero de 2015 y dos días de agosto de dicho año.

En una ocasión, según se precisa en la resolución, localizó a la joven caminando con una amiga y la siguió en su vehículo durante 30 o 40 minutos, dirigiéndole expresiones como "guapa" y lanzándole besos. Luego esperó en el coche con las luces apagadas a que entrara en su portal.

Otro día, tras seguirla, se acercó a ella y le dijo "guapa, dame tu número y hablamos", teniendo que intervenir el padre para que la dejara en paz. Toda esta situación, dice la sentencia, provocó en la mujer una alteración de la vida cotidiana, "habiendo repetido esta conducta el acusado en unas seis ocasiones".

Por estos hechos se le condenó por un delito de acoso a una pena de tres meses de prisión y a la prohibición de acercarse a la mujer a menos de 300 metros o comunicarse con ella por cualquier medio durante un plazo de dos años. La defensa del acusado recurrió la sentencia.

Pero la Sala de apelación desestima el recurso presentado, al señalar que no consta que las testigos con sus declaraciones hubieran perseguido otra cosa que "relatar lo realmente ocurrido", no constando indicadores de que hayan faltado a la verdad en sus manifestaciones.