Según estos datos, los 108 stand distribuidos en la Plaza Mayor de Trujillo han facturado una media de 6.000 euros durante los cuatro días de la feria, si bien los expositores con mayor superficie de exposición o aquellos que se encuentran ubicados en esquina han llegado, en algunos casos, a duplicar esta cifra.

Así, la venta de quesos por piezas enteras ha generado un volumen de negocio de aproximadamente 650.000 euros, lo que supone un "ligero" incremento con respecto a las cifras registradas en la edición anterior.

A esta cantidad hay que añadir el negocio generado por la venta de tickets para las degustaciones que, a falta de una cifra oficial, podría situarse en torno a los 150.000 euros, según informa en nota de prensa la Feria del Queso de Trujillo.

Por su parte, la comercialización de los stands y los servicios auxiliares habrían generado una cifra de más de 100.000 euros, lo que elevaría el volumen de negocio global de la feria a casi el millón de euros.

Al negocio generado por este certamen monográfico en cuanto a venta de quesos hay que añadir los beneficios generados por la feria en la ciudad durante el puente festivo del primero de mayo y que, en un balance provisional, arroja un volumen de casi cinco millones de euros adicionales.

Además, la celebración del certamen ha permitido a los establecimientos hoteleros colgar el cartel de "lleno" durante cuatro días en los que Trujillo ha recibido a casi 200.000 visitantes procedentes, en su mayor parte, de Extremadura, Madrid, Andalucía, Castilla La Mancha, Castilla y León y Comunidad Valenciana.

De igual modo, coincidiendo con la celebración de la feria, la Oficina de Turismo de Trujillo ha registrado un número de visitas "muy superior" al del año anterior, con un incremento de casi el 25 por ciento de los turistas nacionales, aunque el dato "más significativo" ha sido el "aumento" del número de extranjeros, que ha triplicado al de la edición celebrada en 2015, concluye el certamen.