Los vecinos del barrio, que han reunido 461 firmas, para apoyar su denuncia que,  con fecha de entrada de 11 de abril de 2005, han presentado en el Ayuntamiento.

Pero transcurrido más de un mes desde entonces, el problema sigue sin solucionarse. Y tan siquiera, protestan los afectados, han recibido contestación alguna por parte de los responsables municipales.

20 minutos, tras recibir la queja de los vecinos, acudió a la zona y comprobó el mal estado en el que se encuentran buena parte de sus calles, con importantes acumulaciones de arena. Los afectados, vecinos y comerciantes de la zona, denuncian que la mayor parte de esta tierra acumulada en los rincones procede de las obras que se han venido desarrollando en el barrio (construcción de nuevas promociones de viviendas, arreglo del acerado...).

No están en contra de ellas: «Las obras siempre son molestas, pero hay que aceptarlas porque significan mejoras para el barrio».  Sino de que nadie se ocupe de limpiar o vigilar que no se ensucie: «Lo que no entendemos es que la arena producida por aquellas se quede luego por todas partes y que todo el mundo se desentienda de su recogida», se queja un vecino residente en la calle Pueblo Saharaui.

Los vecinos advierten además que esa arena acumulada puede provocar problemas en el futuro: «Cuando llegan los camiones de Lipasam que van limpiando con agua las calles, esa arena es arrastrada hacia el alcantarillado, con lo que podrían formarse atascos que provocasen pequeñas inundaciones en época de lluvia. Si están llenos de arena, los sumideros no podrán tragarse el agua».