Los padres de Sheila Barrero se encadenan en el juzgado para reclamar justicia

  • Han cambiado cinco veces de juez en este caso.
  • Sheila apareció muerta por disparo en su coche en 2004.
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Los padres de Sheila Barrero, la joven que fue asesinada el 25 de enero de 2004, se encadenaron a las puertas del juzgado de Cangas del Narcea en señal de protesta, desde las 9.00 hasta las 15.00 horas. Su hija Mónica Barrero, señaló que sus padres están decididos a seguir movilizándose para reclamar una mayor diligencia en el proceso que intenta esclarecer el crimen.

Cansados

Según Mónica, sus padres, Elías Barrero, de 62 años, y Julia Fernández, de 52 años, están "cansados" de todo lo que vienen padeciendo en los últimos años. Señaló que tuvieron muestras de "solidaridad" en todo momento de los vecinos de Cangas del Narcea, que se acercaban a darles ánimos durante el encadenamiento.

Se da la circunstancia de que esta semana, el viernes, está llamado a declarar el único imputado por el crimen, el joven leonés Borja V.G. Sin embargo, la familia de Sheila considera que existen "intereses" para que deje de ser imputado.

En este sentido, Mónica Barrero insistió en que "no es normal" que se haya cambiado al juez del caso en cinco ocasiones. También criticó que en un principio se llamase a declarar al imputado el pasado mes de julio para, posteriormente, retrasar la fecha a este mes."Nadie ha dado ninguna explicación", señaló.

Según Mónica Barrero, sus padres están decididos a seguir adelante con movilizaciones de este tipo, para "reclamar justicia" por la muerte de su hija.

Asesinada en su coche

Sheila Barrero apareció asesinada en el puerto de Cerredo (Degaña) en enero de 2004 en el interior de su coche con un balazo en la cabeza. Fue asesinada de madrugada, cuando volvía de la localidad leonesa de Villablino, donde trabajaba como camarera en un bar de copas todos los fines de semana, a su casa de Degaña.

El suceso ocurrió en el alto de La Collada, un área recreativa situada en la subida a Cerredo. Murió de un disparo en la nuca. Los dos médicos forenses que examinaron el cadáver señalaron que el disparo se efectuó a poca distancia con una pistola del calibre 6,35. En principio, la hipótesis que se barajó fue que el disparo se efectuó desde el asiento trasero del coche de la víctima.

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