Ese día, a las 11.00 horas entre tres y cinco embarcaciones serán botadas desde la dársena del puerto deportivo de Marina Yates, con el reto de que cada una de ellas debe flotar con los miembros participantes en su construcción a bordo.

Estos deberán desplazarse, ayudándose de remos, por el recorrido que la organización considere necesario para superar la prueba. Finalizar el recorrido sin ayuda externa supondrá una puntuación para el premio final del concurso.

Para la confección de las embarcaciones se utilizó cartón reutilizado y la mano de obra estuvo presente en los alumnos de 5º de primaria de los colegios Severo Ochoa, El Lloreu y San Vicente de Paul, quienes contaron con la ayuda de personas jubiladas de su vida activa en el mar creando de esta forma un tejido asociativo entre dos generaciones. El punto de partida fue un plano facilitado por la Organización y desarrollado por el Museo Marítimo de Asturias dejando el aspecto creativo en manos de los alumnos y alumnas.