El exsenador Carles Martí no se echa atrás. Cuando menos, de momento. Después de que el fin de semana se haya mantenido contactos telefónicos con él en torno de Meritxell Batet sin ningún adelanto en los posibles acuerdos, Martí ha manifestado formalmente su voluntad de concurrir a las primarias para encabezar la lista del PSC al Congreso por Barcelona el 26-J, y disputarle el lugar a la hasta ahora número dos de Pedro Sánchez.

En su carta a la dirección del PSC, el exsenador manifiesta su intención de echar adelante su precandidatura. Tanto es así que explica que “aprovechando las manifestaciones y actas del 1 de mayo, más de cincuenta activistas de la candidatura de Carles Martí han estado contactando con compañeros del partido para pedirles su apoyo”.

Y es que, consciente que para poder presentarse a las primarias hay que recoger antes del viernes firmas de militantes o de miembros del Consejo Nacional suficientes para atravesar la barrera que ponen los estatutos del PSC, el exsenador ya ha empezado el trabajo.

Así, Martí ha comunicado que opta para “lograr los avales necesarios obteniendo un mínimo del 5% de firmas de los militantes del PSC”. “Este lunes, una vez se disponga de los formularios oficiales se empezará la recogida efectiva de firmas en los avales”, concluye Martí a su carta.

La exsenador, de hecho, incluso tiene ya una imagen de marca con la que empieza a hacer campaña entre los militantes. La imagen consta de un fondo rojo con letras blancas donde se lee en grande “Cat” acompañado de un “PSC” y de los términos “socialismo: Igualdad, dignidad e integridad”, y firmado con el nombre del aspirante, Carles Martí.

Según el entorno de Martí, el logotipo pretende expresar la voluntad de “recuperar el concepto de que el PSC potencia Cataluña”, y quiere sintetizar en el socialismo “los tres ejes que tienen que vertebrar el proyecto político que el PSC tendría que ofrecer a la sociedad en estas nuevas elecciones: igualdad, diálogo e integridad”.