A la actitud de la Generalitat, que animó ayer por vía la secretaria general de Deportes a que se celebre el partido aún sin la autorización de la Federación Española de Fútbol, respondió hoy al término del Consejo de Ministros la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, quien volvió a dejar claro que la representación de España en las competiciones oficiales internacionales corresponde "únicamente" a la selección española y no a las autonómicas.

De la Vega insistió en que "mezclar deporte y política hace un flaco favor al deporte y a la política".

La vicepresidente dejó la puerta abierta a "la promoción del deporte a través de las selecciones autonómicas en el ámbito que le corresponde", pero subrayó que éstas no tienen cabida en las competiciones oficiales, algo sobre lo que aseguró que tanto la Ley del Deporte como la doctrina legal no dejan "ninguna duda".

Los políticos catalanes no están de acuerdo

En el terreno catalán, las manifestaciones fueron del signo contrario.

El presidente de CiU, Artur Mas, recriminó hoy al presidente de la Generalitat, José Montilla, y al vicepresidente del gobierno catalán, Josep Lluís Carod-Rovira, que hasta ahora no hayan "salido en defensa" de la celebración del partido amistoso entre Cataluña y los Estados Unidos.

Mas declaró que se trata de un "partido amistoso y como tal se tiene que poder jugar".

"Preferiría que Cataluña pudiera jugar también los partidos oficiales, pero si no se puede porque eso es complicado y España no nos lo pone fácil, al menos debemos poder jugar los amistosos", aseguró el político.

Carod-Rovira, por su parte, mostró hoy su "profunda preocupación" por "el intento de politización intolerable" que, según él, hace la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) del partido amistoso.

"Esto no, dijo Carod-Rovira en un encuentro con la prensa en París con motivo de la celebración, por primera vez, de la Diada por parte de la Generalitat en la capital francesa.

Según el vicepresidente de la Generalitat, el debate "tiene nada que ver con el deporte y sí con la política", al tiempo que afirmó que "la sociedad catalana quiere que se celebre ese partido".