Emilia, la abuela de la cuarta edición de MasterChef, ha abandonado el concurso por su propia voluntad. "Hasta aquí he llegado, no me encuentro bien".

La mujer, de 64 años de edad y de Madrid, se ha derrumbado a la hora de comparecer ante el jurado que evaluaba el plato de la prueba, a base de pechuga de codorniz en escabeche y ajo negro, entre otros ingredientes.

"No hace falta que lo pruebes porque hasta aquí he llegado", ha dicho a Pepe Rodríguez, que se disponía a probar el platillo de Emilia.

"No me encuentro bien, tengo muchos dolores y creo que no lo voy a aguantar", dijo entre lágrimas la concursante. "Y pido perdón por el plato".

El resto de los concursantes se mostraron estupefactos. Y Rodríguez, uno de los jueces de la edición, le dijo: ""Si es tu decisión, despídete de tus compañeros".

La mujer entonces ha abrazado al resto de los participantes y ha salido por la puerta del plató.

La concursante ha sido sustituida por Dania, una sevillana de 33 años que llegó hasta la última fase del casting, pero no consiguió el delantal.

Los jueces después han destacado el desempeño de tres concursantes: Reichel, Salva y Natalia, y a Reichel le han concedido el pin de la inmunidad.

Posteriormente, los concursantes han tenido una prueba por equipos, en la que han tenido que hacer un menú para los integrantes de la Unidad Militar de Emergencias en Torrejón de Ardoz.

El eliminado de la jornada fue Salva, el alicantino de 31 años, que no superó la prueba de cocinar un bogavante con arroz. Ahora quedan 13 aspirantes.