Jóvenes entre 19 y 24 años y de clase social media, Éste es el perfil de los más de 5.000 personas que cada mes consumen drogas de síntesis en la Comunitat, según el último estudio de 2006 de la Conselleria de Sanidad.

La mayoría lo hace en zonas de ocio de grandes núcleos urbanos, como Valencia, Alicante, Torrent, Paterna, Gandia, Alzira, Dénia y Castellón.

El vicepresidente de la ONG Controla Club, Vicente Pizcueta, confirmó ayer que, «pese a que los niveles de consumo no son alarmantes, las drogas de síntesis, sobre todo el cristal –que es muy adictivo–, han vuelto a ganar terreno los últimos tres años entre los jóvenes valencianos».Respecto al botellón el 86% de quienes lo practican son menores de 20 años (frente al 68% en 2006) y, de ellos, un 47% no llega ni a los 18.

El responsable de la Unidad de Conductas Adictivas (UCA) de San Marcelino, Rafael Forcada, aclaró: «El éxtasis en pastillas y el cristal son las más consumidas».

E insistió en el peligro, en especial, del cristal: «A corto plazo, produce infarto, hipertensión, hepatitis, brotes psicóticos e incluso ha habido muertes súbitas en España». A largo plazo, «depresión y deterioro intelectual».

Controla Club y la Conselleria de Sanidad han puesto en marcha una campaña de prevención que alerta sobre los riesgos y consecuencias del consumo de drogas. Consistirá en el reparto de trípticos y en la difusión en medios de comunicación y discotecas del nuevo tema musical de la campaña Si te pasas, te lo pierdes.

Según la encuesta elaborada por Controla Club, el 61% de los jóvenes hacen botellón para divertirse. El 44% dice que lo que menos les gusta son los comas etílicos y las vomitonas y el 37% cree que se prohíbe por las molestias.

La directora general de Drogodependencias, Sofía Tomás, explicó ayer que un 3,1% de los valencianos han admitido haber probado en alguna ocasión el éxtasis y el cristal, frente al 4,4% de la media nacional.

Sofía Tomás destacó que las drogas de diseño suelen consumirse de forma ocasional en ambientes festivos y que el principal riesgo es que la gente no sabe lo que consume y suele estar adulterado.

1 ¿Por qué se empieza con las drogas sintéticas?

Lo que empuja a muchos jóvenes es su doble condición de estimulantes (menos fatiga y sueño, sensación de euforia y alerta...) y alucinógenos (creen oír la música más alta o tener un contacto corporal diferente).

2 ¿Las consumen más los chicos o ellas?

Siempre ha habido muchos más consumidores chicos que chicas, pero la balanza se está equilibrando en los últimos años. En la actualidad la proporción aún es de 4 a 1 a favor de ellos.

3 ¿Hay un perfil de joven que sea propenso a consumirlas?

No, se trata de algo más social y cultural que individual.

4 ¿Existen tratamientos específicos para este tipo de sustancias?

Lo primero es tratar las patologías de tipo psiquiátrico y después viene la deshabituación, que es lo más difícil. No son técnicas diferentes a las de la cocaína.

5 ¿Hay leyendas urbanas sobre ellas? Sí, son conocidas como la «droga del amor». Mucha gente cree que ayudan a aflorar los sentimientos, lo cual no tiene ningún sentido. Aparte de los efectos que produce, cualquier droga acaba produciendo los efectos que la gente espera que provoquen.