La 'Operación Magneto', desarrollada en Madrid, Burgos, A Coruña, León, Asturias y Barcelona, ha servido también para la incautación de abundante material electrónico e informático para la elaboración de las tarjetas falsas.

En concreto, los agentes han detenido en Madrid a 19 personas, todos ellos rumanos; en Burgos a tres individuos, también rumanos; en A Coruña a cinco personas; y en León, Asturias y Barcelona a una persona.

El detenido en Barcelona es E.J., que iba indocumentado. A los detenidos como presuntos autores de delitos de estafa, asociación ilícita y falsificación de moneda y documentos, y se ha intervenido numeroso material electrónico e informático para la elaboración de las tarjetas.

La operación se inició por parte de la Guardia Civil, a raíz de denuncias interpuestas por entidades de gestión de tarjetas bancarias ante la posible utilización de tarjetas 'clonadas' en diversos puntos de la geografía nacional y del norte de Francia e Italia.

Paralelamente, efectivos del Cuerpo Nacional de Policía de El Ferrol recibieron una denuncia de una persona en la que comunicaba haber recibido varios cargos por compras en establecimientos de Gijón utilizando una tarjeta aparentemente falsificada.

Posteriormente identificaron a un individuo que también fue investigado con anterioridad por unos hechos similares el pasado mes de noviembre. Tras la localización de una vivienda en Burgos que podría estar siendo utilizada como base de operaciones de la organización para la elaboración y distribución de las tarjetas, ambos cuerpos policiales coincidieron en sus investigaciones e iniciaron un operativo conjunto.

Tras establecer un dispositivo de vigilancia sobre las personas que accedían habitualmente a la vivienda, se pudo confirmar que era el lugar desde donde se distribuían las tarjetas a diversos puntos de lugar desde donde se distribuían las tarjetas a diversos puntos de España, Reino Unido, Irlanda y Rumania.

Posteriormente, se pudo constatar que algunos de los implicados utilizaban las tarjetas 'clonadas 'con el fin de adquirir diversos objetos, como joyas o electrodomésticos en distintos establecimientos comerciales, para después comercializarlos a un precio por debajo de su valor, incluso en algunas ocasiones mediante el empleo de subastas en Internet.

En el transcurso de estas investigaciones, la Guardia Civil consiguió desmantelar en Alicante, en la denominada operación 'Micro', otra red dedicada también a la falsificación de tarjetas de crédito, en la que alguno de sus integrantes tenía vinculación con los ahora detenidos.

Esta vinculación podría consistir en el intercambio de información para la obtención de los datos necesarios para las futuras clonaciones de las tarjetas. En algunos casos, las tarjetas eran utilizadas en establecimientos conocidos como "puntos de connivencia", es decir, los propietarios o empleados desleales percibían una compensación económica por parte de la organización por la compra de productos, sabiendo de la falsedad de las tarjetas utilizadas para ello.