Permite que el agresor se quede en el domicilio. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Chiclana de la Frontera (Cádiz) ha dictado un auto que prohíbe a un imputado de un delito de maltrato aproximarse a su esposa y ordena a la denunciante que abandone el domicilio conyugal junto con su hija de tres años.

El auto recoge que «si el imputado ha de buscar alojamiento, no le quedará prácticamente nada de dinero con el que pagar la manutención de la hija que tienen en común», según publicó el Diario de Cádiz.

Además, el magistrado considera «razonable» que sea el denunciando quien permanezca en el hogar conyugal y que la denunciante vuelva a casa de sus padres «como ya hizo anteriormente». «Algo que demuestra –añade– que las necesidades de un techo para ella y su hija las puede tener perfectamente cubiertas, cosa que no sucede en el caso del denunciado».

Finalmente, el magistrado destacó que el inculpado tiene un «carácter agresivo» y que existe un parte médico de lesiones, lo que hace posible que puede volver a producirse las agresiones.

El presidente de la plataforma andaluza Mujeres y Hombres contra la Violencia de Género, Antonio Viruez,  calificó la decisión del magistrado como un «despropósito» y añadió respecto al denunciado que «si se considera hombre para pegar a su mujer, también debería serlo para buscarse la vida».