El Pentágono aseguró hoy que "no hay pruebas creíbles" que corroboren la acusación de un detenido en la base de Guantánamo (Cuba), según el cual el personal de la prisión profanó el Corán y, en algún caso, llegó a tirarlo por el retrete.

El general Jay Hood, al mando de un grupo especial sobre Guantánamo, explicó hoy en rueda de prensa que las investigaciones realizadas a raíz de estas acusaciones han permitido identificar 13 incidentes por presunta profanación del Corán.

En diez de ellos, añadió, están implicados guardas de la prisión y en los tres restantes, interrogadores.

Según Hood, sólo cinco de esos casos pueden definirse como relativos a profanación del Corán, mientras que otros seis se consideran ya resueltos, y dos más que afectan al uso del Corán en interrogatorios y que están siendo todavía investigados.

El general aseguró que también se han identificado 15 casos de detenidos que presuntamente profanaron o trataron inapropiadamente el Corán y puso como ejemplo el de un prisionero que arrancó varias páginas de su libro.

El Pentágono seguirá investigando las denuncias sobre profanación del Corán, según Hood, quien aseguró que "estamos comprometidos a respetar la dignidad cultural" que representa el libro sagrado y la práctica religiosa de los detenidos.

Sus declaraciones incidieron en la versión que había adelantado el portavoz del Pentágono, Lawrence DiRita, en otra rueda de prensa, en la que aseguraba que el detenido que había denunciado al FBI que el personal de la prisión tiró el Corán por el inodoro, se retractó de esas acusaciones.

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