El coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, ha advertido de que la licitación de posibles caracolas para albergar la documentación que la Junta ha remitido a la comisión de investigación creada en el Parlamento sobre el presunto fraude en las ayudas a la formación puede suponer "una pasta".

Así se ha pronunciado Maíllo, a preguntas de los periodistas en rueda de prensa, después de que hayan llegado este viernes al Parlamento

las primeras 600 cajas con expedientes originales de formación para la comisión de investigación que se constituyó en la Cámara sobre el presunto fraude de los cursos. La Junta enviará en total más de 41.000 cajas, incluidas las que ya estaban con antelación en el Parlamento.

El líder de IULV-CA, que ha dicho que la clave está en la utilidad de la documentación y que la dispersión puede ser "el principal enemigo de la verdad", se ha preguntado quién se va a leer todos los papeles que ha remitido la Junta al Parlamento. En su opinión, hay una "sobreactuación" por parte de la Mesa del Parlamento en relación a esta cuestión.

Maíllo ha cuestionado la utilidad del envío de "miles y miles" de folios, que "perturban" la limitación que debe tener una comisión de investigación. Si bien, se ha mostrado convencido del "impacto" que la fotografía de las furgonetas con la documentación tendrá en los medios de comunicación.

Para el dirigente de izquierdas, lo importante es que se llegue a la verdad y que se sepa "focalizar". A su juicio, la clave va estar en gran modo en los testimonios que viertan en la citada comisión. "En lo demás, hay mucha sobreactución", ha manifestado Antonio Maíllo.