El sindicato UGT-A ha iniciado este jueves una campaña reivindicativa en la que reclaman la vuelta a las 18 horas lectivas de los docentes de Secundaria en Andalucía, ahora que se "empieza a vislumbrar una tímida recuperación de la economía española" y tras 4.500 plazas de interinos perdidas.

La secretaria general de UGT-A, Carmen Castilla, ha presentado esta campaña puesta en marcha por la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de Andalucía y ha afirmado que "la recuperación no ha llegado a las familias", aunque sí se refleje en los indicadores macroeconómicos como el PIB, la deuda o las cuentas de multinacionales.

La campaña reivindica la vuelta de las 20 horas a las 18 horas lectivas del profesorado y se llevará a cabo con diferentes formatos: carteles, dípticos y lápices que serán repartidos por todos los centros de Secundaria de la comunidad. También se difundirá por las redes sociales a través de vídeos cortos en los que el profesorado andaluz de Secundaria podrá expresar sus razones para la vuelta a las 18 horas lectivas.

Según ha explicado Castilla, existen varias razones para esta reclamación y, entre ellas, ha señalado que incrementaría la calidad de la enseñanza, permitiría una atención más personalizada a los alumnos y también contribuiría a mejorar la atención a la diversidad.

Al mismo tiempo, la vuelta a las 18 horas lectivas supondría la creación de empleo docente y mejoraría las condiciones laborales del profesorado de Secundaria en Andalucía. Además, ha apuntado que la educación es un derecho constitucional, por lo que la ley debe "ampararlo y no "su racionalizarse" por Real Decreto.

"No es de recibo hablar de racionalizar. No es lo mismo atender a cien alumnos que a doscientos, ni atender a cien familias de alumnos que a doscientas. Es inviable", ha explicado.

Por su parte, la secretaria general de FETE-UGT Andalucía, Sonia Gaya, ha apuntado que, al subir a 20 horas lectivas, los docentes "han tenido que dejar de hacer cosas que antes hacían dentro de su jornada laboral" y ha convertido en "ordinario" que los profesores impartan asignaturas afines, cuando debería ser "algo excepcional".

"Yo soy profesora de inglés y he impartido Geografía e Historia en 3º de la ESO", ha explicado para señalar que esto repercute en la calidad de la enseñanza que recibe el alumnado.