Agentes de la Policía Nacional han detenido en la localidad vizcaína de Barakaldo a una persona por tenencia y distribución de pornografía infantil, tras localizar en su domicilio un ordenador portátil con 33 archivos de contenido pedófilo y las cuentas de correo utilizadas para cometer este delito.

Según ha informado el Ministerio de Interior, la persona arrestada mantenía conversaciones a través de sistemas de mensajería instantánea con otros usuarios para intercambiar más material.

La detención se produjo después de que los investigadores de la Unidad de Investigación Tecnológica recibieran cinco comunicaciones en las que se informaba que se había detectado a un usuario que almacenaba decenas de fotografías y vídeos de menores sometidos a abusos sexuales por parte de adultos.

Esta información fue facilitada por la embajada de Estados Unidos en Madrid, en el marco de la colaboración entre ambos países para combatir la distribución de pornografía de menores a través de Internet.

Los investigadores detectaron que el usuario tenía guardado el material en un servidor para evitar tenerlo almacenado de forma física en sus dispositivos en caso de que sean compartidos con sus familiares y, además, para acceder desde cualquier teléfono, tablet u ordenador en cualquier lugar en que se encontrara, ha explicado el Ministerio.

Las investigaciones mostraron que los cinco informes pertenecían al mismo individuo, radicado en la localidad vizcaína de Barakaldo, por lo que se solicitó la colaboración de agentes adscritos a Bizkaia para la localización y detención de esta persona.

Intercambio de archivos ilegales

En el registro domiciliario llevado a cabo por los investigadores, se localizó un ordenador portátil con 33 archivos de "explícito contenido pedófilo", así como las cuentas de correo utilizadas para acceder al servidor y colocar allí sus archivos.

También se encontraron conversaciones con individuos de diferentes ubicaciones geográficas en las que "queda patente que ambos intercambian entre sí archivos ilegales".

La investigación ha sido desarrollada por efectivos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Bilbao y la Unidad de Investigación Tecnológica.