Lolita es una orca que lleva 45 años confinada en una piscina del Miami Seaquarium. El recinto es claramente insuficiente. Mide 24 metros por 10 en su parte más ancha, con una profundidad de seis metros (precisamente lo que mide el animal). Por eso, existe un clamor por su liberación.

El animal comparte la piscina con algunas delfines, pero lleva 36 años sin tener ningún tipo de contacto con otro ejemplar de su especie. Tenía un compañero llamado Hugo, que murió en 1980 de un aneurisma. Desde entonces, está sola.

Numerosas organizaciones exigen la liberación de Lolita e incluso hay una plataforma creada a tal efecto. El objetivo de sus creadores es que el Gobierno de Estados Unidos tome cartas en el asunto y la orca sea trasladada al Pacífico noroeste, donde fue separada de su madre cuando tenía cuatro años de edad, en agosto de 1970.

El Miami Seaquarium se ha negado una y otra vez a liberar al animal. Argumentan que no sobrevivía en la naturaleza tras pasar tantos años en cautividad, así como que Lolita cumple con un importante papel educativo para el público.

Existe una página en Facebook, además, para pedir su liberación.