El programa Recerca d'Orígens del área de Menores y Familia del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) ha resuelto durante el 2015 un total de 18 de las 28 solicitudes recibidas por parte de personas que han sido adoptadas y que quieren conocer o encontrar sus familias biológicas.

Desde la puesta en marcha de este servicio, el IMAS ha recibido un total de 252 solicitudes, de las cuales ya se han resuelto un 60 por ciento, según informa el Consell de Mallorca en un comunicado.

En cuanto a los datos de 2015, 11 de los 18 casos resueltos se ha hecho con un encuentro de los solicitantes con sus familias biológicas, mientras que en los 7 casos restantes se ha dado respuesta a la solicitud, pero sin mantener un encuentro con la familia biológica, bien porque ha sido imposible encontrar la familia biológica o bien porque la persona solicitando no quería mantener ningún contacto.

Asimismo, se continúa trabajando en los otros 10 casos restantes y en algunas peticiones de otros años que continúan abiertos.

El servicio de Recerca d'Orígens es un programa dirigido a personas adoptadas, con el fin de dar cabida al derecho de los adoptados a conocer su identidad biológica.

Su trabajo se estructura a través de varias actuaciones de asesoramiento, orientación y mediación con las familias. El servicio está adscrito a la sección de Adopciones del área de Menores y Familia del IMAS.

Principales objetivos

Los principales objetivos del programa son: Ayudar los adoptados que lo soliciten a conocer su identidad biológica, ayudar los adoptados a tomar conciencia de la situación, elaborar y valorar todo el proceso y la toma de decisiones, asesorar la familia adoptiva sobre el proceso de acompañamiento a los hijos adoptados durante la investigación y orientar la familia biológica.

Cabe señalar que el derecho en busca de orígenes está reconocido en el Estado español desde el año 2007, asignando las competencias a las entidades públicas de protección de menores. Esta competencia no se concreta únicamente en la investigación y localización de la información, sino al llevar a cabo un trabajo técnico de mediación entre las familias o personas implicadas.

El proceso de intervención en cada uno de los expedientes consta de dos partes: por un lado a nivel administrativo con el fin de completar la información y localización de las personas implicadas y de la otra a nivel psicológico con un especialista que llevará a cabo la lectura y comprensión de la información y toda la tarea de mediación entre las partes, además de dar el apoyo psicológico preciso para elaborar la información.