La autovía A-23 continúa cortada totalmente a la altura de la localidad de Nueno, en Huesca, a causa del desprendimiento de rocas y tierra que se produjo este domingo por la noche sobre un tramo situado a la altura del kilómetro 377.

La gran avalancha tuvo lugar sobre las 21.00 horas y atrapó a dos vehículos que circulaban en ese momento por la zona, con el resultado de un herido leve.

La rocas cubrieron la totalidad de la calzada, por lo que todo el tráfico retenido en el punto del desprendimiento tuvo que ser desviado hacia una ruta alternativa a través de Ayerbe.

La zona afectada quedó acotada ante el riesgo de un nuevo desprendimiento, a la espera de que la situación sea evaluada por los técnicos de Fomento.

Las intensas lluvias registradas desde días atrás han podido reblandecer y debilitar la ladera de la montaña bajo la que discurre la autovía hasta provocar el desprendimiento.

Los trabajos de limpieza de la autovía no comenzarán hasta que los técnicos hagan una evaluación de los riesgos derivados de la retirada del material desprendido.