Según recoge la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, se da por probado que sobre las 16,00 horas del día 17 de mayo de 2012, la Policía Nacional organizó "un fuerte dispositivo" en la zona de la calle Torremolinos para realizar varios registros domiciliarios.

Una vez finalizados estos, al trasladar a cuatro detenidos a las dependencias policiales, se formó "un gran tumulto" de personas que "comenzaron a insultar" a los agentes por su labor, lo que dio lugar a que un grupo de personas "comenzara a lanzar piedras" al dispositivo policial formado por unos siete agentes, que "se vieron obligados a emplear técnicas disuasorias tales como disparos al aire", según el juez.

Tras ello, el jefe del dispositivo ordenó la ampliación del perímetro de seguridad para proceder a la disolución del tumulto, y a partir de dicho momento los agentes localizaron a las personas que habían visto lanzar piedras, entre los que se encontraban los procesados, aunque no consta que la acusada lanzara piedras.

En concreto, el juez considera que los hechos relatados constituyen cinco delitos de atentado a los agentes de la autoridad, una falta de lesiones y tres faltas de falta de respeto a los agentes de la autoridad, por los que además de las penas de cárcel que han aceptado los acusados, les impone multas de 180 euros a tres de ellos, así como a la mujer procesada.

Cabe destacar que el Ministerio Público solicitaba para ellos penas de entre once años y seis meses y dos años de prisión y multas de 12.000 euros. Mientras, las defensas solicitaron la absolución.