El Ajuntament empezará el próximo 1 de marzo el proceso de formación para intentar insertar profesionalmente al colectivo de vendedores ambulantes ilegales de Barcelona, que se calcula que puede alcanzar las 400 personas en verano y en los puntos más turísticos.

La segunda teniente de alcalde, Laia Ortiz, ha explicado a 20minutos que el plan ya está dotado presupuestariamente y pendiente de la selección de posibles beneficiarios, labor que están llevando a cabo mediadores.

La selección de los perfiles está vinculada a las posibilidades de regularización de casa caso, un proceso difícil al existir una legislación «muy restrictiva», apuntan desde el Ajuntament. La medida se acordó tras la Mesa de Ciudad del pasado otoño, en la que participaron representantes de los manteros junto a responsables municipales.

Desde el consistorio se sigue apostando también por el proyecto cooperativo que pueda «dar respuesta social» a los vendedores, a través de la «comercialización de productos legales», comenta Ortiz. Y que les permita «regularizarse».

El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha criticado duramente la «inactividad» de las administraciones con la venta ilegal en las calles y les exigió que regulen esta práctica, así como proporcionarles «alojamiento, formación ocupacional y medidas para regularizar su situación administrativa» en Cataluña.

Desde el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona tachan las declaraciones del Síndic de propias "de un portavoz de los comerciantes" más que de un representante social y les preocupa una posible gran intervención policial "justificada" por estas declaraciones. Respecto a los proyectos de inserción laboral, afirman que "no los ven y los decomisos y la intervención policial". No obstante, son partidarios de esta vía de reconversión de su actividad.