El número de mujeres emprendedoras aumentó un 1,5% en 2015, 0'4 puntos porcentuales más que el de hombres. De acuerdo con un informe de la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada), esta diferencia se debe a la precariedad laboral que sufren las mujeres. El número de autónomas se ha recuperado respecto al de varones, mientras que siguen habiendo 250.775 autónomos hombres menos que en mayo de 2008, hay 7.579 autónomas más que antes de la crisis, mostrando un crecimiento del 0,7%, según la Federación de Trabajadores Autónomos (ATA).

El informe de FOESSA muestra que la mujer siempre ha tenido un papel más subordinado dentro del mercado laboral y su trayectoria profesional siempre ha estado ligada a trabajos a tiempo parcial, precarios y discontinuos, lo que provoca unos ingresos insuficientes o escasos y propicia que la mujer acabe en una situación de pobreza con mayor facilidad. Esta desigualdad hace que muchas mujeres se planteen la creación de un negocio o hacerse autónoma como una salida para conseguir una estabilidad económica y laboral.

"En España, la crisis económica ha motivado a la mujer a emprender como salida al desempleo o a trabajos precarios, mal remunerados o inestables que le impiden tener unos ingresos que le garanticen autonomía, conciliar la vida personal, familiar y laboral, y desarrollarse profesionalmente", expone la gestora de programas de Inclusión Sociolaboral de Acción contra el Hambre, Ana Alarcón, que desde 2013 desarrolla proyectos que facilitan a las mujeres emprender en España.

Según coinciden en señalar Alarcón y el informe de FOESSA, emprender es la solución que ven muchas mujeres para romper la brecha de género que existe en el acceso al empleo de calidad y conseguir con ello un salario digno, una autonomía y una organización de su tiempo adaptado a sus necesidades, facilitando una conciliación laboral y familiar satisfactoria.

Acción contra el Hambre desarrolla programas para favorecer que el emprendimiento sea una alternativa laboral real para la mujer. Por ahora se han creado 10 negocios, que han generado 18 puestos de trabajo. Una de las beneficiarias del programa, Nayara Martins, abrió recientemente una microfranquicia especializada en cartuchos y tóner para impresoras para poner fin al desempleo y la inestabilidad laboral sufrida. "La gran ventaja de tener un negocio es que yo dependo solamente de mis clientes y de mi estrategia", señala en un comunicado de Acción contra el Hambre.