El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha insistido este miércoles, segundo día del paro indefinido de limpieza convocado por los trabajadores de Limasa, en que se trata de "una huelga que no tiene justificación". Por ello, ha reclamado a la plantilla, y especialmente al comité de empresa, "moderación, reflexión y sensatez".

De igual modo, De la Torre ha indicado que el Ayuntamiento, como único cliente de Limasa, ha pedido a la empresa que certifique el cumplimiento de los servicios mínimos establecidos por la Junta de Andalucía.

Ha especificado, en este punto, que es necesario determinar si éstos se cumplen, ya que, en ese caso, "quizá sería necesario pedir un incremento", y ha barajado también el supuesto de que, "de manera sorprendente, no se estén desarrollando bien, dificultando el trabajo", lo que "significaría que no hay un cumplimiento claro por parte de los trabajadores".

Así, ha advertido, en declaraciones a Canal Sur Televisión, de que, pese a que los servicios mínimos son del 50 por ciento en el centro histórico y del 40 por ciento en el resto de barrios, el porcentaje de recogida durante la primera jornada de la huelga ha sido, sin embargo, "bastante inferior".

De hecho, de las 780 toneladas de residuos que se recogen de media a diario en la capital, en la primera jornada de huelga se retiró de la calle en torno al 30 por ciento, quedando en los contenedores, por tanto, unas 546 toneladas.

Y es que durante este pasado martes salieron a trabajar todos los servicios mínimos establecidos, pero el cumplimiento de su tarea quedó incompleta debido a averías en los vehículos o en los contenedores tanto de carga como soterrados. Así, sólo la mitad de los equipos finalizó su trabajo, según el balance ofrecido por el Ayuntamiento de Málaga.

TRABAJADORES

Respecto a la actitud de los trabajadores, el alcalde ha hecho hincapié en que la plantilla de Limasa es "un colectivo que desde el punto de vista de los ingresos tiene una situación superior a la de los trabajadores municipales y muy superior, por tanto, a la población de Málaga", con "un aumento, incluso, de su poder adquisitivo en estos años de crisis".

Por ello, ha abogado por "volver al diálogo" y por que "prime el sentido común", y es que, tal y como ha subrayado, "los trabajadores de Limasa no son una isla separada de la ciudad, sino que forman parte de una ciudad que está saliendo de la crisis, y esto no ayuda a salir de la crisis".

"Una crisis en la que los demás han sufrido más que ellos", ha reiterado, trasladando su impresión de que, ante la situación de huelga, "los ciudadanos tienen una postura de protesta, no de presión hacia nosotros, sino hacia los trabajadores de Limasa".

En este punto, el alcalde ha defendido de nuevo el "esfuerzo" del Ayuntamiento para tratar de evitar la huelga de limpieza indefinida, con "ofertas en las que se concedían cuestiones, no de inmediato, en este 2016, pero sí en 2017 y 2018", lo que, tal y como ha precisado, "supondría más costo para la ciudad".