Urdangarin afirma que la Casa del Rey supervisó sus declaraciones de IRPF durante 12 años

  • La infanta "no tenía función" en Nóos; reconoce la supervisión 'real' continua: "No daba un paso en mi vida sin consultarlo con García Revenga".
  • El fiscal evidencia al menos doce contradicciones; Urdangarin niega ahora que le presentara el 'Summit' a Rita Barberá o se viera con Francisco Camps.
  • Dice que la creación de Aizoon, con la que "canalizaba" sus honorarios, fue cosa de Miguel Tejeiro y que la inclusión de la infanta en ella fue "personal".
  • Urdangarin admite la ingeniería fiscal en Nóos y la movilidad de empleados; en 2004 y 2005 facturó a Nóos 710.000 euros por dos proyectos.
Iñaki Urdangarin declara por segundo día en el juicio Nóos.
Iñaki Urdangarin declara por segundo día en el juicio Nóos.
AUDIENCIA DE PALMA
Iñaki Urdangarin declara por segundo día en el juicio Nóos.

El fiscal anticorrupción Pedro Horrach ha encontrado este miércoles una rama firme con la que agitar aún más el árbol de Nóos. El juicio, que va ya por su cuarta semana de interrogatorios a los acusados, ha dado un giro formal evidente: de la respuesta para todo de Diego Torres a los renuncios y confusiones de su exsocio Iñaki Urdangarin. Y entre frase y frase, mucho argot de consultor ("partners", "networking", etc) y "ninguna duda" de que él hacía lo correcto.

Más de una docena de contradicciones, admitidas por el tribunal de la Audiencia de Palma, ha evidenciado el Ministerio Público en el testimonio del marido de Cristina de Borbón respecto a lo que le contó al juez Castro. Y no menores. El exduque solo ha permanecido inalterable en dos cuestiones: que su esposa no tenía ni "función" ni "actividad" en el Instituto Nóos o en Aizoon y que él nunca se dedicó a las facturas y los presupuestos. Para lo demás, los hermanos Tejeiro —el excontable y el exsecretario de Nóos—, a la sazón, sus "asesores" universales.

Provisto de una paciencia infinita, el fiscal ha ido preguntando a Urdangarin por diversos asuntos y, justo después, le mostraba cómo durante la instrucción había manifestado justo lo contrario.

Por ejemplo: si antes declaró que cuando se reunió con la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá en 2004 le presentó ya el proyecto del Valencia Summit, ahora dice que no; si antes afirmó que se había reunido con Francisco Camps por este tema, ahora dice que no; si antes explicó que Juan Pablo Molinero elaboró el presupuesto de la oficina del equipo Illes Balears con la conformidad de Diego Torres, ahora sostiene que no puede saber si su exsocio lo autorizó así; antes, Torres decidía sobre la movilidad de los trabajadores en la red societaria, pero ahora...

La supervisión de la casa real

Urdangarin ha pasado buena parte de su declaración matizando y querido rectificar. No obstante, ha admitido dos cosas muy concretas. Por una parte, ha confirmado que conoció y ayudó a poner en práctica —siempre por consejo de los dos Tejeiro— la ingeniería fiscal —"estrategia fiscal", la ha llamado él— que se aplicaba en Nóos. Había que "mantener un número de empleados alto" en Aizoon y otras sociedades para la obtención de determinados beneficios, "pero si luego eso se contabilizó bien o no", lo desconoce.

Por otra parte, ha confirmado que había una supervisión continua por parte de la Casa del Rey sobre Nóos, incluida la propia creación del Instituto. "Yo no daba un paso en mi vida sin consultarlo a Carlos García Revenga", ha llegado a decir. Al secretario de las infantas, sin embargo, le ha eximido de cualquier función en la Junta Directiva de Nóos. También ha dicho que la declaración de IRPF de la infanta la llevaba Federico Rubio, "un asesor que venía por parte de la Casa del Rey". El mismo que, según Torres, se reunía "cada mes de junio" con Miguel Tejeiro.

Más para la Casa: el acusado ha reconocido que José Manuel Romero, el conde de Fontao, recomendó en 2006 que tanto él como la infanta Cristina y Carlos García Revenga "se desvincularan" de la Junta directiva del Instituto Nóos. Ha relatado que fue después de que se produjeran "preguntas parlamentarias" e informaciones periodísticas sobre su actividad. Después, apunta, él se convirtió en una "mera persona informada" de lo que se hacía en el Instituto, a pesar de que siguió vinculado a él en algunos aspectos.

El fiscal no ha hecho muchas preguntas sobre la infanta Cristina, pero Urdangarin las ha aprovechado para dejarla fuera de toda sospecha. Ha calificado de "tema personal" el hecho de que decidieran compartir al 50% la sociedad Aizoon y ha dicho que ella "simplemente" formaba parte de la Junta de Nóos, pero que no participaba en sus proyectos ni en el "día a día". Todo habría pasado, en todo caso, por la mirada atenta de Revenga.

Los honorarios del exduque

Urdangarin facturaba sus honorarios a través de Aizoon. Su creación en 2003, ha dicho el exduque, fue una "recomendación" de Miguel Tejeiro; uno de los grandes clientes de la sociedad fue Nóos, a la que facturó en 2004 y 2005 un total de "710.000 euros más iva" por dos proyectos. "¿Por qué facturaba a través de Aizoon?", ha inquirido Horrach; "Porque era mi sociedad y yo era el administrador, así se funcionaba", ha contestado el acusado. El resto, ha explicado, fueron servicios profesionales para empresas privadas.

No ha sabido contestar a cuánto ascendían sus honorarios, cuánto cobraba exactamente por hora. De su IRPF, ha añadido, se ocupaban sus "asesores", los Tejeiro, aunque a preguntas de la Abogada del Estado ha reconocido que todas sus declaraciones eran supervisadas también por Rubio, el asesor de la Casa del Rey con el que él se veía "periódicamente". Es más, ha dicho que este pedía "información de todas las actividades" del matrimonio, aunque no ha salido explicar qué documentos le facilitaba Miguel Tejeiro, que es la persona con la que se reunía para este tema. La supervisión se realizó desde que se casó hasta 2009, ha dicho.

Su tarea en Nóos, ha desgranado, se ceñía a las áreas deportiva e institucional. No negociaba cuantías de patrocinio, no intervino en la redacción de convenios y ni siquiera, ha dicho para estupefacción del fiscal, sabe "quién era el gerente" del Instituto Nóos. "Es importante saber que en las empresas hay división de funciones", le ha espetado a Horrach. Los "no lo sé" y "lo desconozco" han abundado. Incluso sobre la fundación que el fiscal considera la heredera de Nóos: "Mi presencia física", ha dicho, no le permitía "saber quién era quién" allí.

Aquella Fundación, mediante la que Urdangarin iba a seguir ligado al deporte —en un comité asesor deportivo—, se llamó Areté, pero el acusado ha confirmado que el Conde de Fontao les recomendó que él no constara ni como fundador ni como presidente. De ahí que renaciera después como Fundación Deporte, Cultura e Integración Social. El acusado ha negado conocer que la Fundación adquiriera De Goes, la sociedad creada en Nóos para su actividad internacional. De hecho, ha dicho que cuando Miguel Tejeiro les propuso crearla cuando aún estaba en Nóos, él "rechazó" la idea.

Por último, ha negado que en Aizoon se pagaran nóminas a personas conocidas y familiares que solo estaban dados de alta y no trabajaban, entre ellos, sobrinos suyos. Asegura el exduque que sí realizaban tareas, como buscar información, que no eran trabajadores fantasma. Ha admitido, además, que pagó a una sobrina suya el dinero que la declaración de IRPF le salía a abonar a Hacienda. Entre esos trabajadores había también varias personas que constaban como trabajadores domésticos.

"Creía que todo estaba correctamente hecho, pero si la Hacienda considera que no, ya se discutirá y se reparará con la consignación que hice en 2009", ha dicho a media tarde ya a la Abogada del Estado. "¿Está reconociendo fraude?", le ha preguntado la letrada; "No", ha respondido Urdangarin.

Diego Torres

Sobre su exsocio, Urdangarin ha contado que en Nóos se encargaba "del comité científico y de la supervisión", pero ha matizado que "cada proyecto, cada área, tenía sus responsables (que "armaban los equipos")". Al contrario que en la instrucción, no lo ha señalado como responsable último en ciertas cosas. En relación a Nóos Consultoría Estratégica sí ha admitido que él y Diego Torres consensuaban las decisiones. En la Fundación Deporte, ha contado, Torres se encargaba de "hacer crecer el observatorio" e investigar casos "por el mundo", entre otras cosas. Cuando Urdangarin dejó Nóos, le vendió su parte en Nóos Consultoría Estratégica porque se iba a centrar en "consejos de administración".

Nóos

"Siempre hemos pensado que el mundo de la estrategia asociada al patrocinio no tenía un sustento académico importante", ha declarado Urdangarin para explicar por qué decidieron poner en marcha Nóos en 2003; además, ha mencionado como otra razón las críticas que recibía por compaginar sus negocios con la vicepresidencia del COI, al que consultó por la compatibilidad. Sobre que no tuviera ánimo de lucro ha explicado que este tipo de asociaciones "permiten generar superávit, siempre que sea reinvertido". El exduque ha negado que en el Comité de dirección de Nóos se tratara sobre las facturas o sobre las empresas a subcontratar y que él tuviera firma en las cuentas. Este órgano "coordinaba" los proyectos.

Equipo ciclista

De este proyecto se ocupaba Juan Pablo Molinero con "autonomía absoluta". Urdangarin ha dicho desconocer también el motivo por el que Diego Torres firmaba los documentos. Por la oficina del proyecto, Nóos Consultoría cobró 300.000 euros. El acusado ha confirmado que se reunió con Jaume Matas y Pepote Ballester de manera informal en Marivent —en el famoso partido de pádel— para tratar futuros proyectos y que el director general de Deportes le dijo que Matas quería conocer los detalles del patrocinio. Urdangarin puso en contacto a Molinero con Ballester.

El  acusado dijo en la instrucción que le explicó a Jaume Matas que la oficina de comunicación del equipo ciclista sería para Nóos, aunque este miércoles ha afirmado que le dijo que era para PriceWaterhouseCoopers. Urdangarin ha señalado al tribunal que quería "matizar", porque Molinero era el "dueño" del proyecto y se cambió de empresa: es él, ha dicho, el que se llevó el proyecto de Price a Nóos, de ahí la confusión.

Valencia Summit

Urdangarin ha señalado al expresidente del COI Juan Antonio Samaranch, ya fallecido, como la persona que le recomendó la ciudad de Valencia para celebrar el foro. También asegura que le comentó que Barberá tenía problemas con la gestión del contrato de la Copa América; entonces, el acusado le comentó que en Nóos tenían "un experto en derecho deportivo y que podíamos ayudar". "Fui a verla — a la alcaldesa— para ofrecerle los servicios del señor Juan Pablo Molinero", ha explicado. Niega que le presentara entonces el Summit.

En la instrucción, el exduque declaró que Barberá dio "luz verde" al proyecto, pero ahora ha dicho que "no sabe" si fue ella directamente. El acusado ha negado también, categóricamente, que se reuniera con Francisco Camps sobre este mismo tema, mientras que en la instrucción declaró lo contrario. Sí ha reconocido que le envió, así como a la alcaldesa, una carta antes de la firma del convenio "para pedirle permiso para cerrar las agendas de los miembros del comité científico". Ha negado que hubiera una reunión en Zarzuela, como dijo Torres.

Illes Balears Forum

Urdangarin ha confirmado que en 2007 llamó a Pepote Ballester "dos o tres veces" para preguntar por qué el Govern no abonaba el último pago del segundo convenio. "Me dijo que creía que los trabajos no estaban realizados", ha explicado. Ha dicho que su papel en este asunto se limitó a mediar, que hizo lo que pudo. Asimismo, ha reconocido la reunión de enero de 2004 en el Consolat de Mar con Matas, Ballester, Joan Flaquer y Dulce Linares en la que se presentó el proyecto del primer Fórum. No recuerda quién les dio el visto bueno.

Juegos Europeos

En cuanto al proyecto de los Juegos Europeos, ha vuelto a incurrir en contradicción al descartar que, aunque se reunió con él, fuera Francisco Camps el que les dió luz verde de forma directa, cuando en la instrucción dijo lo contrario. Ha descargado la decisión en el empresario Miguel Zorío, "nuestro hombre el Valencia", del que ha dicho que ha conocido posteriormente cuál fue su implicación real, "no soy el más indicado para hablar de esto"; sí se ha mostrado "convencido", en cualquier caso, de que realizó sus trabajos, justamente lo contrario de lo que declaró en la instrucción. "Creo que lo dije porque no se acabó el proyecto", se ha justificado.

Urdangarin está acusado de tráfico de influencias, malversación, prevaricación, fraude, estafa, falsedad, contra Hacienda y blanqueo de capitales y se enfrenta a peticiones de condena que van de los 11 a los 26,5 años de prisión.

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