El alcalde de Santiponce (Sevilla), José López (IU-CA), elevó al último pleno de su ayuntamiento una moción, que insta a la Consejería de Cultura a volver a abrir los domingos y festivos el monasterio fortificado de San Isidoro del Campo, fundado en 1301 por Guzmán el Bueno en dicho municipio y declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

La moción del Gobierno municipal, recogida por Europa Press, llega después de que el pasado mes de diciembre, el Ayuntamiento poncino y la Consejería de Cultura alcanzasen un acuerdo en torno a los gastos de mantenimiento y funcionamiento del monasterio, porque el monumento atravesaba una "situación límite" a cuenta de los fondos necesarios para sus gastos corrientes y de personal.

Según el alcalde, hasta 2013 regía un convenio gracias al cual tanto el Ayuntamiento de Santiponce, como la Junta de Andalucía, aportaban partidas económicas para sufragar el día a día del monumento, una joya artística que combina el arte gótico con el mudéjar y el barroco, pero que no goza del suficiente conocimiento por parte de la sociedad civil. El monasterio, abandonado por los monjes jerónimos en 1978, fue declarado Monumento Nacional ya en 1872.

El problema, según exponía el alcalde, es que al expirar el mencionado convenio de financiación con la conclusión del año 2013, "desde el 1 de enero de 2014" la Junta de Andalucía no aportaba "ni un euro" a los gastos de funcionamiento del monumento, sostenido entonces exclusivamente por el Ayuntamiento de este pequeño municipio. "La situación es límite", decía el alcalde, quien exponía que los pagos de nóminas y demás gastos estaban al corriente, si bien en todo ese periodo el personal que atiende el monumento se habría visto reducido a la mitad.

El acuerdo con la junta

Dado el caso, y merced a las demandas y reclamaciones del Ayuntamiento, ambas partes alcanzaron un acuerdo según el cual la Consejería de Cultura se habría comprometido a incorporar a "dos trabajadores" de la propia Administración andaluza al monumento, para que los mismos se encargasen de "las aperturas y cierres y la atención a los visitantes".

Dado el caso, la Administración andaluza contaría en el monumento, "desde primeros de enero" de 2016, con un gerente, un restaurador, un empleado de mantenimiento y estos dos nuevos trabajadores, sufragando además la vigilancia del recinto, mientras el Ayuntamiento conservaría los gastos relativos al personal de limpieza, según el primer edil.

Pero como expone la moción del alcalde, "desde el 1 de enero de 2016 la Agencia Andaluza de Instituciones y Programas Culturales asume unilateralmente el personal encargado de la atención al visitante, reduciendo considerablemente el horario de apertura del monumento, cerrando los domingos y festividades y abriendo el resto únicamente a las horas en punto", pese a que las estadísticas de la propia Consejería de Cultura prueban que los días de mayor afluencia al monasterio son "los domingos y festivos".

Por eso, la moción insta a la Consejería de Cultura a "encontrar una solución que permita ofrecer a los visitantes una digna atención (...) y se vuelva a abrir los domingos y festivos".