Podemos Andalucía solicita a la Consejería de Salud que se comprometa a acondicionar, "en un plazo breve de tiempo", una "ubicación adecuada, que cumpla con el cometido asistencial" de la comunidad Terapéutica de Salud Mental del hospital Virgen Macarena de Sevilla, unidad que ha sido trasladada desde la calle Juan Rabadán al Hospital de San Lázaro. Un traslado que se hizo efectivo el jueves, 25 de febrero, y que se hizo "de forma precipitada y con solo 48 horas". También pide Salud que confirme que el traslado de esta unidad es de carácter provisional.

Según se recoge en una pregunta con ruego de respuesta oral en la Comisión de Salud del Parlamento de Andalucía, "a algunos pacientes se les trasladará a otros dispositivos asistenciales, a otros se les mandará con sus familias, y otros se reubicarán en un ala del hospital de San Lázaro. A ningún paciente, ni a sus familiares, se les ha explicado la razón del traslado, a ningún paciente que pudiera necesitarlo se le ha preparado con una mínima terapia para prevenir una descompensación psicopatológica por el traslado".

Para Podemos, según indica en un comunicado, "probablemente la razón de este traslado sean las condiciones del inmueble de la calle Juan Rabadán, puestas de manifiesto y conocidas desde hace varios años por la dirección del hospital", explica el parlamentario de Podemos Juan Antonio Gil, portavoz en la Comisión de Salud en la Cámara andaluza, y que critica, además, "la falta de transparencia y de información con la que se ha llevado a cabo, pues si el centro no reunía condiciones, no había ninguna razón para mantenerlo oculto y anunciar el desalojo con 48 horas de antelación".

Las comunidades terapéuticas son uno de los dispositivos asistenciales de salud mental que sustituyeron a los manicomios tras la reforma psiquiátrica de los años 80. Están especializadas en el tratamiento intensivo de pacientes con trastorno mental grave que requieren una atención de forma permanente, completa y prolongada.

Podemos señala, además, que éste es un caso claro sobre la necesidad de que desde los poderes públicos se actúe activamente para ir revirtiendo lo que los expertos llaman "la ley de cuidados inversos" (la población más necesitada es la que recibe menos de los servicios sanitarios). "La asistencia y cuidados de los pacientes con trastorno mental grave, agravada por su injusta invisibilidad social, es una de las asignaturas pendientes de nuestro sistema sanitario público", afirma.