La consejera de Agricultura de Castilla y León, Silvia Clemente, expresó su confianza en que la intensificación o generalización del plan de actuación contra los topillos que la Junta prevé poner en marcha, permita erradicar al 95% la magnitud de la plaga.

Este plan consiste en la limpieza de cunetas y la aplicación de venenos en un total de 621 municipios afectados a lo largo de las próximas cinco semanas, junto con quemas de rastrojos controladas en casi 3.000 hectáreas de siete provincias.

La ampliación del ámbito de desarrollo de las actuaciones viene marcada por la constitución de un operativo integrado por 55 técnicos (ingenieros técnicos agrícolas, agrónomos y veterinarios) que se pondrá al frente del programa de limpieza de cunetas y viales y de colocación del veneno denominado clorofacinona que tendrá lugar en las próximas cinco semanas.

El programa se pondrá en marcha este lunes y  se priorizarán los municipios con viñedos de las denominaciones de origen de Toro, Rueda y Cigales, así como aquellos términos que tengan una superficie superior al 30% o al menos 500 hectáreas de regadío, de forma que las provincias de Valladolid y Zamora figuran en un lugar destacado.

Clemente ha advertido que la colaboración de los agricultores será "fundamental". Tiene previsto remitir una carta a un  total de 38.000 titulares de explotaciones pertenecientes a los más de 621 municipios afectados, y en la que se solicitará su ayuda para que, con sus propios manos y medios mecánicos, participen en la limpieza de cunetas y en la distribución del veneno.

Se ha suscitado una gran polémica con respecto al uso de la clorofacinona, que fue denunciado por colectivos ecologistas, pero la Consejera ha recordado que se trata de un veneno "autorizado" cuya manipulación habrá de ser realizada conforme a los consejos que faciliten a los agricultores las juntas agropecuarias locales.

Evaluación del plan

La intención de la Junta es disponer en las próximas semanas de una valoración sobre el éxito o no de estas medidas, tarea que será encomendada a técnicos para que éstos puedan determinar "la situación de partida de los municipios afectados y los datos finales.

Tras una evaluación de lo conseguido se podrá adoptar una segunda decisión sobre cómo seguir actuando", explicó la consejera.

El método tradicional no se pierde

De forma complementaria a estas medidas, se continuará con la realización de quemas controladas de rastrojos, las mismas que se iniciaron la semana pasada en localidades como Fresno el Viejo (Valladolid) y Horcajo de las Torres (Ávila) y que, a falta de una evaluación más exhaustiva, "han arrojado un resultado positivo porque han permitido reducir las poblaciones de topillos", incidió Clemente.

Los términos seleccionados son los de: Palacios de Goda, Pajares de Adaja y Fontiveros, en Avila; Grajal de Campos, en León; Villoldo, en Palencia; Cantalapiedra, en Salamanca; Codorniz, Rapariegos y Montuenga, en Segovia; Fresno el Viejo y Rodilana, en Valladolid, así como, en la provincia de Zamora, en los municipios de Morales y Pinilla de Toro.

Estas quemas, calificadas de "extraordinarias" y adoptadas de forma colegiada entre las consejerías de Agricultura y Medio Ambiente, serán realizadas por técnicos de ambos departamentos, dado el grave riesgo de incendio existente en estas fechas.

La consejera anunció también que la Junta pretende publicar de inmediato la orden que regirá las indemnizaciones en el regadío y viñedo, una vez que estudie todas las alegaciones presentadas por distintos colectivos, y aprovechó para recordar a los afectados por la plaga la necesidad de conservar "testigos" de los daños para poder acceder a ellas.