El Gobierno peruano redobla sus esfuerzos para evitar el pillaje tras el terremoto

  • Las fuerzas de seguridad se han desplegado en las zonas de reparto de ayuda.
  • Los damnificados sufren la falta de agua, alimetos e información.
  • Se han contabilizado hasta el momento 496 muertos y 1.042 heridos por el seísmo.

El Gobierno peruano ha redoblado este domingo la seguridad en la zona afectada por el terremoto del miércoles, que ha causado al menos 500 muertos, ante el pillaje nocturno, que se registra en su mayoría por las dificultades para conseguir productos de primera necesidad.

En la región de Pisco, sin agua ni electricidad y con muchas carreteras inservibles a causa del terremoto, la ayuda humanitaria nacional e internacional es el único alivio para los habitantes de esa urbe.

El miedo de los pisqueños a los pillajes nocturnos ha obligado a las autoridades a reforzar la presencia militar y policial en la ciudad, la más afectada por el movimiento telúrico, que también dejó 1.500 heridos y unos 80.000 damnificados.

El presidente de Perú, Alan García, aseguró hoy que el Ejército y la Policía aplicarán "mano dura" ante cualquier intento de saqueo.

En el aeropuerto de Pisco está acantonado un grupo de unos 500 soldados de Infantería de Marina de la base de Ancón, cercana a Lima, que llegaron por barco y por vía aérea pertrechados con material antidisturbios, dispuestos a ejercer labores policiales.

Aun así, en la plaza principal de Pisco, donde se concentran las tareas de salvamento, atención sanitaria y entrega de alimentos, se producen escenas de tensión a la hora del reparto, provocadas por el hambre, la sed y la falta de información.

Buenas noticias

El nacimiento de un niño en un hospital de campaña en Pisco y el rescate de un bebé de 10 meses en la iglesia de San Clemente se han convertido en los hechos destacables que han devuelto la esperanza a cientos de personas de esa ciudad.

Asimismo, los internos del penal Sarita Colonia del Callao donaron sus raciones de alimentos correspondientes a dos días a los damnificados por el seísmo, informó la ministra de Justicia, María Zavala.

Por su parte, el ministro peruano de Salud, Carlos Vallejos,ha señalado que en la zona más afectada, que comprende las ciudades de Ica, Chincha y Cañate, además de Pisco, se encuentran trabajando más de 1.500 médicos y personal sanitario.

Los muertos por el violento terremoto son, hasta el momento, 492 y los heridos 1.042, según cifras oficiales del Instituto Nacional de Defensa Civil.

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