El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, considera que "no está en absoluto justificada ninguna responsabilidad que conllevara el cese o la dimisión del delegado del Gobierno en Aragón", Gustavo Alcalde, en relación al asesinato de una mujer a manos de su expareja, que residía a 450 kilómetros de ella, este lunes en Zaragoza.

En su opinión, "a la luz de la experiencia se debería considerar que la distancia deba ser valorada de otra forma al establecer medidas de seguridad porque hoy en día se recorren 450 kilómetros en un tiempo distinto del que en otro tiempo se podía considerar", pero eso no significa que califique de un "error" que no se protegiese a esa mujer finalmente asesinada.

"No soy quien para calificarlo y no lo califico de error, sino de una experiencia trágica y todos debemos aprender de esas experiencias", ha señalado en rueda de prensa en Madrid, donde ha presentado el balance de lucha contra la trata y los delitos de odio en 2015 y donde ha matizado así sus declaraciones de este martes, durante su visita a Zaragoza, sobre este suceso, cuando dijo que se aprende "de los errores".