Decenas de familias viven aglutinadas en pisos minúsculos

Lourdes pide una vivienda social para vivir "tranquila"
Lourdes pide una vivienda social para vivir "tranquila"
T.S.
Lourdes pide una vivienda social para vivir "tranquila"

Los pisos pateras existen en varias zonas de la ciudad y son unas minúsculas viviendas donde habita un alto número de miembros de una mismo familia sin apenas espacio.

En la Zona Sur, en barriadas como La Constitución, Luis Parada y San Telmo son muy habituales.

Un claro ejemplo de ello es el caso de Lourdes Güiza. Hace cinco años se separó de su marido tras "recibir una paliza. Una noche llegó muy alterado y tras una pelea bastante fuerte me pegó e intentó tirar a mis hijos por el balcón, que en esa época tenía 17 y 19 años".

"La Policía Local se presentó en mi casa pero no se lo llevaron y fuimos nosotros los que nos tuvimos que marchar al piso de mis padres. La vivienda familiar está en La Constitución y mis padres viven en San Telmo Viejo, así que nos instalamos allí."

"Desde hace un año, uno de mis hijos pudo adquirir su propia casa también en San Telmo y sus dos hermanos y yo nos vinimos con él. Aquí vivimos los cuatro más mi nuera y una nieta, así que en total somos seis", explica Lourdes.

Aunque el piso de su hijo no es muy pequeño, la situación de Lourdes y su familia es muy compleja ya que "yo no puedo estar toda la vida metida en el piso de mi hijo. Somos seis bocas a las que alimentar y muchos gastos", insiste.

Además, "uno de los problemas que tenemos para que nos adjudiquen una nueva vivienda es la residencia familiar que hay en La Constitución", porque tras cinco años de espera la justicia ha determinado que éste inmueble le pertenece a ella aunque en la actualidad sigue viviendo en él su marido.

"Hemos tenido que darle las llaves a mi ex marido para evitar más problemas. El piso está en un estado verdaderamente lamentable y en este momento no hay agua ni luz. También ha acumulado muchas deudas que a mí me es imposible pagar y si éstas se mantienen, desde Emuvijesa no me adjudicarán otra casa", se lamenta Lourdes.

"Llevamos mucho tiempo así y no sabemos a que puerta llamar o a dónde acudir para que alguien nos escuche. Sólo quiero vivir tranquila, en un piso en el que mi hija pequeña y yo podamos estar sin que nadie nos de problemas y que pueda pagar", sostiene esta vecina.

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