Fundación Academia Europea de Yuste siente la "enorme pérdida" que deja la muerte de Umberto Eco, de la que era miembro

El patronato, los miembros y todo el equipo de la Fundación Academia Europea de Yuste han lamentado la "enorme pérdida" que supone la muerte de Umberto Eco, una "gran persona e intelectual, pensador y europeísta convencido", y se suman al dolor que "no sólo su familia, sino todos los que le conocieron y leyeron" deben estar sintiendo en este momento.
Eco, en el jurado del Premio Europeo Carlos V en Bruselas en marzo de 2006
Eco, en el jurado del Premio Europeo Carlos V en Bruselas en marzo de 2006
ACADEMIA EUROPEA DE YUSTE
Eco, en el jurado del Premio Europeo Carlos V en Bruselas en marzo de 2006

El patronato, los miembros y todo el equipo de la Fundación Academia Europea de Yuste han lamentado la "enorme pérdida" que supone la muerte de Umberto Eco, una "gran persona e intelectual, pensador y europeísta convencido", y se suman al dolor que "no sólo su familia, sino todos los que le conocieron y leyeron" deben estar sintiendo en este momento.

Umberto Eco era miembro de la Academia Europea de Yuste desde 1998, cuando tomó posesión de su sillón dedicado a Platón junto a otros cuatro destacados intelectuales y científicos durante la ceremonia de entrega del Premio Europeo Carlos V al que fue Primer Ministro de Bélgica, Wilfried Martens.

El novelista y semiólogo italiano fue nombrado académico junto al escritor portugués José Saramago, el dramaturgo inglés Peter Levin Shaffer, y los premios Nobel de Economía y Física Reinhard Selten, alemán, y Heinrich Rohrer, suizo. No pudo hacerlo el pintor Antonio López, quien fue nombrado también académico en esa ocasión, por encontrarse enfermo y lo hizo en una convocatoria posterior.

Los sillones de estos primeros académicos llevan nombres de ilustres europeos: Cristóbal Colón, Cervantes, Shakespeare, Rembrandt, Platón y Cicerón, según informa la Academia en una nota de prensa.

Durante la toma de posesión, Eco tomó la palabra en nombre de los académicos designados y pidió un regreso del valor de la reflexión a "este mundo tan abierto a los espectáculos y la distracción". En un discurso breve y bello, reflejó, "la situación europea" creada en ese instante y que aún es de actualidad: "Un escritor hablando en francés, traduciendo un texto italiano para un público castellano y con tres colegas que hablan alemán, inglés y portugués".

Referencia a carlos v

Durante su intervención hizo referencia al modelo de hombre político que fue el Emperador Carlos I de España y V de Alemania. Y eso, continuó, "es un excelente auspicio para una academia que tiene una vocación europea y que quiere una cultura europea más allá de las diferencias nacionales, un objetivo que recoge el espíritu de Salvador de Madariaga cuando hablaba de una Europa común". "¿En qué sentido nos sentimos europeos?", se preguntó luego Eco.

"Sobre todo cuando nos encontramos lejos de Europa", se respondió, para añadir: "Creo que una de las funciones de esta Academia consiste en ayudar a los europeos a sentirse europeos hasta cuando están en Europa".

Desde su nombramiento como académico, Umberto Eco participó en diferentes actividades y proyectos de la Fundación como miembro del jurado del Premio Europeo Carlos V en los años que fueron otorgados a Jorge Sampaio (2004), Helmut Kohl (2006), y Simone Veil (2008), siendo además entrevistado en el número 5-6 de la Revista Pliegos de Yuste que publica la Fundación Academia Europea de Yuste (http://www.pliegosdeyuste.eu/n5pliegos/11.pdf) , y apoyando las declaraciones de la Academia Europea de Yuste sobre los grandes desafíos de Europa (http://www.fundacionyuste.org/academia/ )

En una entrevista concedida al periódico The Guardian el 26 de enero de 2012, Eco expresó su firme apoyo al programa Erasmus, cuya impulsora, Sofia Corradi, es la nueva galardonada con el Premio Europeo Carlos V.

En su declaración afirmaba que "el programa de intercambio universitario Erasmus apenas se menciona en las secciones de negocios de los periódicos, sin embargo, Erasmus ha creado la primera generación de jóvenes europeos. Yo lo llamo la revolución sexual: un hombre joven catalán conoce a una chica de Flandes - se enamoran, se casan y que se convierten en Europeos, al igual que sus hijos. La idea Erasmus debería ser obligatoria ... no sólo para los estudiantes, sino también para los taxistas, fontaneros y otros trabajadores. Con esto, quiero decir que necesitan pasar tiempo en otros países de la Unión Europea en la que se tendrían que integrar".

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