Miguel Sanz se ha proclamado presidente de Navarra después del largo e incierto proceso que se desencadenó tras las elecciones autonómicas del pasado 25 de mayo. En ellas ningún partido logró la mayoría suficiente para alzarse con la presidencia.

Después de ser elegido, Sanz aludió al largo proceso que tras las elecciones del 27 de mayo concluyó hoy con su elección, y valoró que "bien está lo que bien acaba, y creo que ha acabado bien para Navarra" porque "ha imperado el sentido común" y ahora "se abre un nuevo periodo de esperanza que yo procuraré que también sea un periodo de convivencia".

Aseguró en ese sentido que, con un gobierno en minoría, trabajará "por que los grupos políticos al final sean capaces de ponerse de acuerdo en aquellas cuestiones que verdaderamente interesan a los ciudadanos". 

Un poco de historia

UPN-PP, la antigua formación en el Gobierno, perdió la mayoría con que gobernaba, tras obtener el 41,8% de los votos y los socialistas, que sumaron 22,9 % de votos, podían aliarse con Nafarroa Bai para desplazar al PP del Gobierno regional.

Esta coalición nacionalista, que pasó de ocho a 12 escaños, se convirtió en la segunda fuerza más votada (23,8%).

Tras un mes de negociaciones, los socialistas navarros llegaron a un principio de acuerdo con Nafarroa Bai e Izquierda Unida para formar gobierno que debía ser aceptado por la dirección del partido en Ferraz.

Así, la Ejecutiva Regional del PSN formuló una propuesta el pasado 5 de julio para la posible constitución de un Gobierno de Cambio para la Convivencia y el Progreso en Navarra, por la que ofreció un reparto de consejerías en un Gobierno que estaría presidido por el candidato socialista, Fernando Puras, y que contaría con una parte importante de consejeros independientes.

Desacuerdos y dimisiones

Sin embargo, la directiva del PSOE se negó a pactar con la coalición nacionalista, rechazando el acuerdo entre las tres formaciones, y permitió, en su lugar, a UPN, la marca electoral del PP en esta comunidad y fuerza más votada, que asumiera el Gobierno de Navarra. El propio Miguel Sánz, líder de UPN, tendió la mano a la formación socialista.

La Ejecutiva regional del PSN aprobó, con 17 votos a favor, 2 en contra y una abstención, "acatar" la decisión de la Ejecutiva federal, que no compartía", y ordenó a sus 12 parlamentarios que se abstuvieran en el pleno de investidura para que Miguel Sanz (UPN) fuera elegido presidente del Gobierno foral.

Tras esto, el líder de los socialistas navarros, Fernando Puras, anunció su dimisión como parlamentario, después de más de dos meses de negociaciones con el resto de fuerzas del Parlamento al frente de su partido.

Su decisión fue imitada por la cúpula de las Juventudes Socialistas, que también dimitió, y ha sido respaldada por protestas y manifestaciones de otros cargos municipales en la comunidad.

Por cuarta vez

Proveniente del mundo del municipalismo, Miguel Sanz fue alcalde de su pueblo, Corella, entre 1983 y 1991, y en 1995 encabezó la lista por Unión del Pueblo Navarro (UPN) al Parlamento foral, la más votada, con 17 escaños. En las elecciones de 1999, 2003 y 2007 la volvió a encabezar y obtuvo 22, 23 y 22 escaños, respectivamente.

El también presidente de Caja Navarra es diplomado en Magisterio, posee un máster en Dirección de Empresas y comenzó su trayectoria profesional en el sector de la banca.

Entre 1991 y 1995 fue vicepresidente del Gobierno de Navarra y consejero de Presidencia.

Sanz está acostumbrado a gobernar en minoría, con el apoyo implícito o explícito de Convergencia de Demócratas de Navarra (CDN), pero en esta legislatura, por primera vez, las fuerzas de la oposición suman más votos (26), de ahí la fragilidad del Ejecutivo.