El ballet de Ángel Corella actuará hoy en el Palacio de Congresos de Marbella a las 21:00 horas. El bailarín madrileño, recién aterrizado de Japón, ha convertido la ciudad como la primera parada de su gira en nuestro país, tras suspender la actuación prevista en Segovia por motivos meteorológicos.

Marbella se ha convertido en la primera parada de su gira después de que la prevista inicialmente en la Segovia tuviese que suspenderse por motivos meteorológicos.

De esta forma, la ciudad se convierte en la meta de salida de una gira que llevará a la compañía de Corella a una veintena de destinos.

El espectáculo se desarrollará en dos partes y sobre el escenario, según ha detallado el propio Corella, le acompañarán "bailarines de primerísima calidad". Una parte de los 70 artistas de procedencia internacional que componen la compañía.

Oficialmente la compañía del prestigioso bailarín iniciará su andadura en septiembre del próximo año. Por tanto, los espectadores que acudan esta noche al Palacio de Congresos, tendrán ocasión de ver "un previo" de lo que será el futuro Ballet de Ángel Corella.

Corella compartirá escenario con un total de 14 bailarines. Un cuadro escénico que no pasará desapercibido ante el llamativo vestuario que usarán para interpretar un programa que arranca con el maestro Tchaikovsky.

La representación continuará con partitura de Mozart, a la que seguirá una pieza del célebre compositor estadounidense, George Gershwin. La ‘Suite del Corsario', con música de Ricardo Drigo, completará la segunda parte del espectáculo y pondrá el broche de oro a la velada.

La trayectoria de Corella desde la intimidad

Hoy día a sus 31 años, Ángel Corella está reconocido internacionalmente como uno de los grandes bailarines del mundo. Su brillante trayectoria profesional le llevó a ser bailarín principal del American Ballet Theatre de Nueva York con tan solo veinte años.

Su pasión por el baile comenzó tras presenciar las clases de ballet de sus hermanas y, aunque no tuvo un comienzo fácil, ha conseguido ser reconocido mundialmente como uno de los mejores del mundo.

Nació el 8 de noviembre de 1975 en Madrid aunque a los cuatro años se mudó con sus padres y sus dos hermanas a Colmenar Viejo. Con siete años asistió a una clase de judo tan desafortunadamente que presenció cómo le rompían la nariz a un niño. Tras este desagradable incidente Ángel regresó a su casa con el propósito de no volver a nada relacionado con el judo.

Así fue como se quedó sin actividad extraescolar presenciando todas las tardes la clase de ballet de sus hemanas, sentado en el parqué. Uno de esos días, mientras la profesora hablaba con su madre, Ángel comenzó a hacer giros por la sala de baile, y tan bien lo hizo que desde ese momento empezó a asistir a clase con asiduidad.

Muy pronto empezó a destacar en las lecciones, así que sus padres decidieron matricularle en la Escuela de Víctor Ullate junto a su hermana Carmen. A los quince años ganó en Valencia el Premio Nacional de España pasando a formar parte de la compañía profesional de Víctor Ullate.

En seis años no consiguió más que un puesto de bailarín meritorio (aprendiz) y ser relegado a las últimas filas en el cuerpo de baile. Estos fueron momentos difíciles en su carrera, de hecho estuvo a punto de abandonar el ballet y dedicarse al bricolaje, su otra pasión.

Tras su único espectáculo como solista, celebrado en Colmenar Viejo, Ricardo Cúe, un representante especializado en captar nuevos talentos, le animó a presentarse al Concurso Internacional de danza de París, en diciembre de 1994.

Corella se preparó tan concienzudamente bajo la dirección de Karemia Moreno, que ganó el Grand Prix y la medalla de la Villa de París, además de la admiración de los miembros del jurado.

Entre los miembros de ese jurado se encontraba la primera bailarina rusa, Makarova, que habló de Ángel a Kevin Mc Kenzie, director del American Ballet Theatre. Éste pidió un video de Corella, pero como no poseía ninguna grabación en la que bailase como solista, decidió, con sus diecinueve años, presentarse en persona en la sede del American Ballet Theatre ante Mc Kenzie. A éste le causó tan buena impresión que le contrató de solista en su compañía.

Su llegada a Nueva York supuso para Corella el encuentro con la soledad. De pronto pasó de estar rodeado de toda su familia, a vivir sólo en un pequeño estudio y trabajando en una gran compañía con bailarines desconocidos y que hablaban un idioma que apenas entendía.

Su única conexión era en esos momentos Ricardo Cúe, manager y traductor, del que en posteriores entrevistas ha llegado a decir: "Se quiso aprovechar, se quería apuntar tantos. A veces traducía lo que le daba la gana".

Su primera actuación en el Metropolitan Opera House fue en la producción de 'Gisselle'. Su compañera, Shaw Blak, al terminar de bailar dijo de Corella que le había hecho recordar por qué quiso ser bailarina. Su segundo papel fue el Ídolo de Bronce de la 'Bayadere'.

Estas dos obras tuvieron una magnífica acogida y empezaron a llegar cartas pidiendo que Ángel bailase roles de mayor significación. Mc Kenzie le confió el papel de bailarín principal de 'Temas y Variaciones' de George Balanchine, lo que suponía un gran reto que finalmente resolvió con éxito. Además de estas obras, en su primera temporada Corella bailó la 'Danza de las Mandolinas' en 'Romeo y Julieta' y el gitano en 'Don Quijote'.

En 1996 Ángel fue ascendido a bailarín principal. Desde entonces ha interpretado infinidad de roles: James, el bailarín principal en 'La Sylphide', el papel principal de 'Conrad', el pirata en 'Le Corsaire', Romeo en 'Romeo y Julieta', Desired en la 'Bella Durmiente', Franz en 'Coppelia', Basilio en 'Don Quijote', Alí el esclavo de 'Corsario', el chico de Azul de 'Les Patineurs', Albrecht en 'Gisselle' y Sigfrido en el 'Lago de los Cisnes', entre otros.

En el año 2000 recibió el premio Benois de la Dance al mejor bailarín por su actuación en 'Other Dances de Jerome Robins'. Desde entonces es la estrella invitada en el Royal Ballet de Londres, en la Scala de Milán, en el Australian Ballet, en el Ballet de Chile y en el Ballet de Hungría.

Además, ha actuado ante la Reina Isabel II de Inglaterra y ante los presidentes de Estados Unidos, Bill Clinton y George Bush, en la entrega de los Premios Kennedy en el Kennedy Center de Washington.

En 2001 creó en España junto a su hermana Carmen, bailarina solista de su misma compañía, la Fundación que lleva su nombre, destinada a formar jóvenes bailarines y que tiene el proyecto de crear una gran compañía de danza nacional de España.

Uno de los sueños del bailarín es volver a bailar en España como el bailarín de la primera compañía de clásico nacional y en el futuro como profesor y entrenador. En unas declaraciones Corella afirmó que hay una docena de españoles en el American Ballet, "que tienen forzosamente que huir de España".

"Es increíble la cantidad que hay. Tamara Rojo, José Carlos Martínez, Lucía Alcántara, José Martín, Carlos López, Jesús Pastor... Si estuvieran todos esos metidos en una compañía, sería la mejor del mundo entero", llegó a declarar Corella.

En 2006 anunció la creación de una nueva escuela de ballet ubicada en el Palacio de Santa Cecilia, en La Granja.

Además, Ángel Corella fue un adolescente solitario. En una entrevista dijo: "No tuve ningún amigo hasta los 17 años". No obstante, en la actualidad cuenta entre sus amistades a la modelo Christy Turlington, a la actriz Whoopy Goldberg, a quien conoció cuando ésta le pidió un autógrafo en una librería y desde 2006, tras compartir con ella el protagonismo del anuncio de Freixenet, a Gwyneth Paltrow.

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