La ocupación hotelera en las comarcas de Lleida, que ya se esperaba floja, será la más baja de los últimos diez veranos, dijo hoy el presidente de la Federación de Hostelería de la provincia, Juan Antonio Serrano.

A la espera de los datos definitivos, la organización cifra la ocupación cerca del 40% y teme que los años venideros no mejore mucho la situación si el sector no se vuelve más ambicioso e invierte no sólo en infraestructuras sino también en promoción.

Más plazas

El director del Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida, Xavier Moncayo, aseguró que al sector no le ha ayudado el incremento de 1.000 nuevas plazas, incluyendo todo tipo de establecimiento. "El turismo de Lleida no es capaz de absorber el incremento de nuevas plazas, además, hay planificados unos veinte nuevos hoteles para los próximos cuatro años que sumarán 2.000 nuevas plazas", dijo Moncayo que, por otro lado, cifró el número actual de plazas en Lleida en 54.000.

El director del patronato aseguró también que en "este año de vacas flacas ha influido la subida de los tipos de interés, que ha repercutido en la economía familiar porque mucha gente no ha salido de vacaciones".

Se refirió a las estadísticas que aseguran que el 55% de los catalanes no saldrá de vacaciones, una circunstancia que afecta directamente al turismo de las comarcas leridanas porque seis de cada diez turistas proceden de Catalunya.

Moncayo apuntó también la necesidad de reconversión en algunos establecimientos ya que aunque las cifras son globales la menor ocupación corresponde a aquellos que han invertido menos, una valoración en la que también coincide Serrano.

El presidente de la Federación de Hostelería consideró poco ambicioso por parte del sector conformarse con esperar una ocupación en julio del 45%.

Al principio del verano, el Patronato de Turismo calculaba que el negocio turístico generará unos ingresos en las comarcas leridanas de 260 millones de euros.

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