El empresario Julián de Miguel, administrador de Aranade y de Tudela Inmobiliaria y Gestión S.L., ha reconocido este lunes haber efectuado entregas a la exalcaldesa de La Muela, María Victoria Pinilla, entre 1998 y diciembre de 2007, por importe de 2,8 millones de euros, indicando que esos recursos procedían "de mis actividades privadas" y no de su gestión empresarial vinculada con esta localidad zaragozana, aunque no ha detallado a qué conceptos respondían esos pagos.

Así lo ha afirmado este lunes en su declaración ante el tribunal de la sección I de la Audiencia Provincial de Zaragoza, presidido por el magistrado Francisco Javier Picazo y que juzga desde el 15 de diciembre a la exalcaldesa de La Muela, María Victoria Pinilla, y a otros 39 acusados dentro de la denominada 'Operación Molinos', en el mayor proceso por corrupción que se ha celebrado en la Comunidad autónoma de Aragón.

Piden para Julián de Miguel más de 24 años de cárcel por delitos de cohecho continuado, blanqueo de capitales, contra la Hacienda pública, exacciones ilegales y negociaciones prohibidas a funcionarios.

La fiscal ha señalado que, según el informe policial, se realizaron varios pagos al matrimonio Embarba-Pinilla, que De Miguel ha reconocido haber realizado pero ha asegurado desconocer para qué se usaba ese dinero.

Ha afirmado que efectuaba esos pagos porque en sus operaciones en La Muela intentaba realizar "lo mejor posible para los intereses del pueblo y para los míos propios", para "lucirme", una forma de gestionar con la que logró buena imagen a nivel nacional.

A la alcaldesa "no tengo reproche que hacerle, me dejó discutir con las contratas hasta el céntimo, sin meterse, y pido disculpas pero lo volvería a hacer igual", ha manifestado.

Sobre los pagos realizados a Pinilla, que procedían de sus "actividades privadas, no de sociedades que he gestionado", "yo no sabía lo que era" y se pudieron usar, según ha comentado, para pagar mamografías a todas las mujeres de La Muela en una clínica navarra, "eso lo pagó ella con mi dinero, pero lo pagó ella".

En la caja de seguridad

A preguntas de la fiscal, Victoria Esponera, De Miguel ha admitido que en la caja de seguridad de Aranade se encontraron 500.000 euros y cuatro lingotes de oro no declarados y en un sobre, escrito a mano, un pago de 300.000 euros que coincidirían con una cantidad abonada al matrimonio Embarba-Pinilla, aunque De Miguel ha asegurado no recordar si se sacó esa cantidad de la caja de seguridad.

De Miguel ha reiterado que sus hijos —que también declaran este lunes en el juzgado— "no tenían ni idea" de las gestiones de esta sociedad y, en respuesta a su abogado Enrique Trebolle, ha sostenido que en las operaciones de venta de terrenos en La Muela y en los contratos con la sociedad urbanística el riesgo era "total" y "no he cobrado un euro".

Ha remarcado que en la sociedad urbanística municipal "no he dejado que haya desviación de nada, ni nadie ha tocado un euro porque lo he tenido controlado", con una "rigidez tremenda".

Tras repasar distintas operaciones urbanísticas llevadas a cabo en el polígono industrial y otras zonas del municipio, ha dicho que Aranade no tenía beneficios en la compra de suelos, sino que lo adquiría "como cualquiera" y que nunca vendió sus terrenos, salvo en una ocasión a María Jesús Velilla.

Julián de Miguel ha afirmado desconocer si se pagaron comisiones al también empresario y exacalde de La Muela, Carmelo Aured, por importe de 1,5 millones por la venta de terrenos, al alegar que "en el sumario no me he metido en cosas que no son mías".

No obstante, ha aseverado que con Aured "no he tenido nunca una relación comercial, cero, lo conozco y lo considero una persona de absoluta amabilidad conmigo, como yo con él, pero relación comercial no he tenido nunca".

PAGÓ 800.000

Euros a carmelo aured

Por su parte, el empresario Ignacio Usaín, administrador de Construcciones Sagaín, acusado de acordar con Carmelo Aured el pago de unas parcelas a través de PLV Viviendas para evitar que Aured apareciera en la operación y cobrando comisiones, ha explicado que llegó a La Muela después de que un socio le indicara que en ese municipio se podría realizar algún proyecto.

Ha admitido que Aured le solicitó, "no recuerdo por qué motivos", si podía realizarle, "en vez de algunas facturas que tenía que emitir, un préstamo para luego regularizarlo" y como el empresario era colaborador habitual de la empresa y "traía buenos negocios", accedió a ello sin ser consciente "del impacto fiscal que tendría a posteriori".

Esta operación "se hizo mal y es así", ha reconocido, y por ella aportó a Aured 800.000 euros, en dos pagos entre 2005 y 2006, si bien ha afirmado "desconocer" si éste cobró comisiones.

Usaín ha afirmado conocer al también empresario Agapito Iglesias, si bien ha negado que en las operaciones urbanísticas en La Muela tomarán parte o tuvieran intereses particulares el expresidente de Aragón, Marcelino Iglesias o algún miembro de su Ejecutivo.

"Absoluta y radicalmente no, en absoluto pagamos u ofrecimos dinero" y "desconozco" si tenían intereses, "no he hablado con ellos, no conozco donde está la DGA ni conozco a nadie personalmente", ha aseverado tajante.

Ha negado también haber solicitado a la excaldesa de La Muela, María Victoria Pinilla, que intercediera en sus operaciones en la localidad, así como tampoco le pagó ninguna cantidad para ello. Por último, ha detallado que José Francisco Aranburu, su socio, cobraba un tercio de los beneficios por las operaciones que realizaban.

En la sesión de este lunes han declarado también los empresarios Fernando Lavilla Royo, Modesto Barranco y Miguel Ángel Horta y continúa esta tarde con las declaraciones de Julio y David de Miguel, José Antonio Puyadas y Carmelo Aured.